Lo vivido en anteriores liguillas no debe afectar ahora a Cruz Azul, señaló ayer el mediocampista Gerardo Torrado: Es una nueva fase, son partidos totalmente diferentes y hay que sudar la camiseta porque no se ha ganado nada todavía. La ventaja en la serie contra el Atlante es mínima y no podemos confiarnos.

El capitán de los Cementeros informó –en la rueda de prensa en el estadio Azul– que superó una lesión “y estoy contento de regresar al grupo. El profe –el técnico Enrique Meza– decidirá si tengo que jugar o no” el partido de vuelta de esta noche en Cancún.

Yo voy con la ilusión de ayudar, de aportar mi granito de arena junto con todos mis compañeros y cumplir con el resultado para sacar la eliminatoria, apuntó.

Está listo, aunque no sabe si para los 90 minutos del encuentro: “Eso lo decidirá el profe, lo platicaremos y veremos para cuánto estoy”, ya que fueron tres semanas las que estuvo fuera y puedes perder los tiempos, el ritmo de las jugadas cortas; aunque eso se recupera poco a poco, más con las ganas que uno tiene.

Sobre cómo vio a La Máquina desde las tribunas, en el partido de ida de cuartos de final del pasado miércoles, indicó: vi a un equipo sólido, que tuvo buena distribución del campo y posesión del balón. Eso nos permitió hacer dos goles y tener oportunidades para meter más.

La misión ahora es repetir la actuación, concretar más las ocasiones de anotación que se presenten y no confiarse, ya que llevan una ventaja, pero es mínima. Entonces, tenemos que salir a buscar el partido, ser inteligentes y manejarlo de la manera que más nos convenga, indicó.

Torrado reconoció que en el encuentro del torneo regular el Atlante les pegó un baile en Cancún (ganó 3-0), porque siento que ellos hicieron un gran partido aquella noche y nosotros no salimos en el mejor.

Resaltó que se trata de un equipo muy dinámico, que juega bien al futbol, por lo que deben contrarrestar esto conservando el mayor tiempo posible la pelota para que corran atrás de ella y no sea al revés.

Por último se le preguntó si la presión es distinta ahora que no terminaron en el superliderato del torneo regular y respondió: Es igual, todos tienen la ilusión de salir al campo, hacer un buen trabajo y ganar.

Por otra parte, el presidente del Atlante, José Antonio García, se quejó de la designación del árbitro Roberto García Orozco. “¡Increíble! Otra vez el ordenador. Nos manda en la liguilla a Miguel Ángel Ortega y ahora en el de vuelta a Roberto García.

¡No vamos a permitir que nos roben medio centímetro de lo que es nuestro!, escribió en su Twitter.

En semifinales de 2008, también ante los Cementeros, el directivo aseguró que un hijo de Roberto García jugaba en fuerzas básicas de los celestes y por eso los habían favorecido.