El bailarín y coreógrafo, cuyas cenizas están en Cuba, cumpliría 75 años
Con sus obras mostramos la riqueza de la cultura española, dice a La Jornada la presidenta de la fundación que lleva el nombre del artista
Siempre honró su compromiso por mejorar el mundo
Sábado 7 de mayo de 2011, p. 2
Madrid, 6 de mayo. El bailarín y coreógrafo español Antonio Gades nació en 1936, un año trágico que marcó su vida personal y su obra artística.
El estallido de la Guerra Civil ahondó su indignación ante la injusticia y reafirmó los valores comunistas familiares. Ese año mataron a Federico García Lorca, quien se convertiría en su principal inspirador artístico.
Gades falleció hace siete años, víctima de una grave enfermedad, que combatió con más arte, con más compromiso político y con dos últimos homenajes al puerto de su vida
, Cuba, donde están sus cenizas.
Para rememorar el cumpleaños 75 del artista, el Teatro Real programa las cuatro piezas más representativas de Gades: Carmen, Fuenteovejuna, Bodas de sangre y Suite flamenca.
Eugenia Eiriz, presidenta de la Fundación Antonio Gades y última esposa del coreógrafo, explicó a La Jornada la importancia del homenaje que durante todo este 2011 se rinde a un hombre que revolucionó la danza española, nacido un 14 de noviembre de 1936.
Por mantener un legado
–Antonio Gades cumpliría 75 años, ¿es una buena razón para exaltar su obra?
–Con el año Gades queremos llamar la atención del público y las instituciones culturales y educativas, y decirles que este 2011 se cumple el 75 aniversario de una persona que ha dado tanto a nuestra cultura. La fundación ha organizado una serie de actos, como la itinerancia de una doble exposición de arte y fotografía que narra la aportación de Gades a la danza a lo largo de 60 años.
Desde luego los actos centrales son las presentaciones en el Teatro Real. Han pasado siete años desde que Antonio se ha ido y no es un camino sencillo. Es una compañía de 30 personas y se trata de mantener su legado.
–Tras la ausencia de Gades, ¿qué tan sólida está la compañía y cómo ve su futuro?
–Somos un equipo. Antonio nos dejó unas obras muy estructuradas y muy claras. Nunca dejó nada al azar. Sus obras son como cuadros. Siempre digo que si tuviéramos en casa Las meninas o el Guernica entenderíamos la necesidad de conservarlos tal cual. Nosotros hacemos lo mismo, pero sin omitir la aportación personal de cada artista.
–¿En la obra de Gades la parte más importante es en la que se sumerge en la cultura popular?
–La obra más importante de Gades está dividida en cinco piezas. En 60 años de historia y 40 creando no es mucho. Su primera gran obra es Bodas de sangre y tiene casi 40 años cuando la realiza. Es su primer ballet narrativo, que lo hace cuando ya tiene un enorme bagaje cultural, técnico y humanístico.
“Esa pieza supuso una revolución en la danza española y en el flamenco, porque pone de manifiesto un lenguaje nuevo, con una capacidad narrativa extraordinaria hasta el punto de que la coreografía de Gades se ha convertido en una versión de referencia de la obra teatral de García Lorca. Hay un antes y un después en la danza española tras Bodas de sangre.”
–Carmen también fue recibida como una gran innovación.
–Fue otra gran revolución, porque fue la primera vez que Gades puso a la par a la música culta con el flamenco. Tenía tal fe en la cultura popular que siempre manifestaba que el creador, el coreógrafo que mejor conozca nuestra cultura popular puede convertirse en el mejor creador del mundo. Y es en Carmen donde por primera vez lo pone de manifiesto, juntando la partitura magistral de Bizet con un cantaor y un guitarrista.
“Luego hay una obra, Fuego, que nunca se estrenó en España y queremos levantarla en 2012. Finalmente está Fuenteovejuna, que es el compendio de toda la danza española: el flamenco, la danza estilizada, el folclor, donde pone una vez más de manifiesto su fe en nuestra expresión cultural.”
“Mediante esas obras llevamos la excelencia de nuestra cultura, no sólo la danza. Hablamos de la literatura, de la pintura, de la cultura popular.
–La relación de Gades con la obra de García Lorca fue muy intensa.
–Sí, nació con Bodas de sangre, en la que además del texto literario le interesa también el hecho histórico y solidario. Lo que llama la atención es que refleja a la sociedad de la época y ambos beben de las fuentes de la cultura popular.
–¿Cree que Gades fue el último gran coreógrafo español comprometido políticamente con la lucha por mejorar el mundo?
–No lo sé, pero Antonio desde luego sí fue un hombre muy comprometido. Hasta el último momento, De hecho en sus momentos más difíciles, cuando una persona se está yendo y sabe que tiene una enfermedad grave y que le queda poco tiempo. No hay que olvidar que el cogió su velero y se fue a Cuba en un último grito de amor que nadie puede dudar. Y es un grito de amor a la vida y al puerto de su vida, que era Cuba.
–¿Pretenden hacer una gira por América Latina en este año tan especial?
–Lo vamos a intentar. No es fácil, porque somos una compañía grande. Seguro que iremos a Brasil y Venezuela, e intentaremos ir a Cuba. Y, por supuesto, nos gustaría ir a México.