En un ejercicio político rumbo a 2012, siete aspirantes presidenciales del Partido Acción Nacional (PAN), que se dijeron listos para buscar la candidatura del blanquiazul, llamaron a la unidad, al trabajo y al compromiso en busca del triunfo electoral del próximo año, y evitar así el retorno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que representaría un gravísimo retroceso en la historia del país.

La clausura de la Reunión Nacional de Estructuras Estatales 2011, en el auditorio Manuel Gómez Morín de la sede panista, se convirtió en pasarela donde, mediante democrático sorteo, pasaron al frente Santiago Creel Miranda, Heriberto Félix Guerra, Emilio González Márquez, Alonso Lujambio Irazábal –quien se llevó el aplausómetro–, Javier Lozano Alarcón, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero Arroyo.

Ahí se dijo que los panistas y sus gobiernos son los mejores, los más honestos y transparentes siempre; también los más trabajadores, los más cercanos al pueblo; los del PRI son corruptos, irresponsables y autoritarios. Ni un asomo de autocrítica panista fue la tónica de los discursos, sin excepción.

En la sede panista estuvo también, casi de manera permanente, el nombre de Enrique Peña Nieto. En sus intervenciones, Creel, Lujambio, Vázquez Mota y González Márquez citaron en repetidas ocasiones al gobernador priísta del estado de México, a quien responsabilizaron del fracaso legislativo para aprobar las iniciativas de reformas laboral y política, y se dijo que su gobierno tiene menores índices que el de Jalisco. ¿Ese es el candidato que creen que va a mejorar nuestro país? Yo no lo creo, afirmó González Márquez, gobernador jalisciense. Al referirse al mandatario del estado de México como encopetado, gobernadorcillo y diputado 501, pidieron a Peña Nieto dar la cara y explicar por qué la negativa priísta de aprobar esas reformas.

Frente al presidente y la secretaria general del panismo, Gustavo Madero y Cecilia Romero, los aspirantes presidenciales cerraron filas para evitar el regreso de los gobiernos priístas; destacaron los enormes e históricos logros alcanzados en 10 años de gobierno federal del PAN, primero con Vicente Fox y ahora con Felipe Calderón.

De manera particular, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, fue incisivo en este tema, así como en la defensa del gobierno de Calderón. Estos 10 años del gobierno del PAN han sido los mejores del México moderno, dijo citando cifras en materia de salud, educación, vivienda, estabilidad y finanzas públicas sanas. Pésele a quien le pese, los gobiernos del PAN llegaron a componer el daño político, económico y moral que otros le infringieron a México, agregó, entre aplausos de la militancia panista.

Dijo que el futuro del país no puede estar en el espejo retrovisor, sino en la continuación de un proyecto humanista, democrático y basado en valores y principios. A los panistas los convocó a una cruzada nacional para defender una década de estabilidad, responsabilidad y resultados.

Digamos a todos que el PAN ha logrado en sólo 10 años tirar el lastre de más de 70 años de malos gobiernos; hablemos del presente, de lo logrado y de lo pendiente. Pero también recordemos el pasado para que sirva de contraste; digamos que en Acción Nacional no usamos la reversa, que frente a quienes proponen regresar al México del siglo pasado, nosotros planteamos seguir construyendo el México del futuro.

Los discursos más encendidos fueron los del secretario de Educación, Alonso Lujambio, y del senador Santiago Creel. El primero aseguró que el PRI no sólo ha sido mal gobierno, también ha sido una oposición mezquina, una oposición con pequeñez moral; añadió que en sus gobiernos los priístas dinamitaron la economía familiar y del país; asimismo, dijo, el tricolor acalló la voz de los jóvenes que querían expresarse con libertad en 1968, para concluir que el priísmo pactó con el narco. También exigió a Peña Nieto dar la cara por el fracaso legislativo.

Creel, por su parte, exhortó al panismo a mantenerse unido para evitar que el mandatario mexiquense pretenda regresar a los viejos tiempos de querer controlar al Congreso. ¿Y ahora quieren regresar estos cínicos a que un gobernadorcillo controle la Cámara de Diputados? No se los vamos a permitir, por más encopetado que esté ese gobernador, advirtió.

La coordinadora del PAN en San Lázaro, Josefina Vázquez Mota –quien junto con Emilio González estuvieron sólo un paso atrás de Lujambio en el aplausómetro–, recordó que en la elección del próximo año está en juego el futuro del siglo XXI o regresar con el Revolucionario Institucional al pasado, lleno de autoritarismo y oscuridad.

En referencia a Peña Nieto, la legisladora dijo que es momento de que el diputado 501 les explique a los empresarios por qué rechazó la reforma laboral; a las mujeres, por qué no abre fuentes de empleo; a los jóvenes, por qué no les da la posibilidad de la esperanza y del futuro. Y advirtió que si antes del 30 de julio no se aprueba la reforma política, no habrá candidaturas independientes, por lo que el PRI también debe dar explicaciones.

En su turno, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, propuso tres tareas que debe realizar el panismo para lograr el triunfo en 2012: defender el presente, desempolvar el pasado y construir el futuro, además de tres condiciones: actuar con disciplina, con unidad y con generosidad; comunicar bien los logros del partido y sus gobiernos, y escoger muy bien a los candidatos. Si hacemos todo lo anterior, estoy convencido que Acción Nacional va a ganar las elecciones de 2012.

El gobernador Emilio González Márquez comentó que los gobiernos panistas han trabajado de la mano con los ciudadanos para generar el bien común, y ante la militancia recetó una larga lista de logros de su gestión. Los gobiernos panistas, como el de Felipe, demostramos que gobernamos mejor y que los principios del PAN, llevados a la práctica, generan mejores resultados. Los resultados nos avalan.

En tanto, Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social, manifestó la necesidad de recordarle a todos los mexicanos, especialmente a los jóvenes, qué es el PRI y por qué dejó de ser gobierno. Con un recibimiento discreto, el funcionario dijo que acudía al partido a sumar y a no hablar mal de sus compañeros, porque tenía claro que el candidato a vencer está afuera.

Tras la clausura, Lujambio, Cordero y Vázquez Mota fueron los aspirantes panistas más buscados por la militancia para tomarse la foto del recuerdo.

Entrevistado al término del acto, Gustavo Madero negó que se tratara del arranque extraoficial en busca de su candidato presidencial. Se trata, dijo, de un ejercicio político, no electoral.