México registró el más bajo nivel de ingresos de visitantes extranjeros de los pasados 21 años al contabilizar 79.9 millones de personas en 2010, luego de dos años de crisis financiera internacional y en el contexto de una guerra del gobierno mexicano contra el narcotráfico.

Ni siquiera otros sucesos que pudieron afectar el flujo de viajeros –como los atentados en Nueva York y la crisis de las empresas punto com en 2001, o el levantamiento zapatista y el asesinato de un candidato presidencial en 1994– provocaron un desplome similar al que México experimentó el año pasado.

Por el contrario, el número de viajeros comenzó a incrementarse a partir de 1995 desde una cifra de 85.4 millones en los 12 meses posteriores al comienzo del movimiento armado del Ejército Zapatista, hasta 105.6 millones en 2000, de acuerdo con datos del Banco de México.

Entre 1990 y1995 los visitantes a México se mantuvieron por debajo de 90 millones de personas. Después de 1996 los arribos de visitantes tuvieron una tendencia al alza con todo y la crisis económica generada por el llamado error de diciembre y la muerte del candidato Luis Donaldo Colosio.

A partir de la crisis de la burbuja especulativa producida por las empresas punto com y la caída de las Torres Gemelas en Estados Unidos, en 2001, los flujos de viajeros hacia México se mantuvieron en el rango de los 103 millones hasta 2005.

Los visitantes comenzaron a escasear desde el último año del gobierno foxista y el comienzo de la administración de Felipe Calderón. En 2006, el banco central registró el ingreso de 97.7 millones de personas y en 2007, la cifra cayó a 92.2 millones.