Con la finalidad de mejorar las condiciones laborales y optimizar el desarrollo de la desairada actividad dancística en México, surge la Unión Nacional de Trabajadores de la Danza (Untradanza), como asociación civil.

Untradanza, formalizada el pasado 28 de febrero, pugna por impulsar el arte dancístico y sensibilizar sobre los problemas que enfrenta esa comunidad, explicó la bailarina Argelia Guerrero Rentería, una de los ocho promotores de esta iniciativa.

La asociación nace como organismo civil no lucrativo por la necesidad imperante de aglutinar y unificar al gremio dancístico en torno a sus necesidades, inquietudes y problemas.

Además, prosiguió Guerrero, se busca crear vínculos entre los trabajadores de la danza (escenógrafos, maquillistas, coreógrafos) para crear y mantener contacto profesional, así como apoyo y asesoría para atender circunstancias laborales desfavorables.

Argelia Guerrero enumeró las condiciones precarias por las que atraviesa el gremio, además de que carecen de apoyos y, sobre todo, existe una gran preocupación debido a la desaparición de agrupaciones dancísticas en este sexenio.

Predominio del free lance

Del universo de adversidades que dan origen a Untradanza, manifestó Guerrero, sobresale el hecho de que los bailarines no tienen reconocimiento profesional ni protección social (médica); padecen despidos injustificados y carecen de condiciones laborales óptimas.

Incluso, añadió, tampoco existe sustento para proyectos, no hay reconocimiento ni respeto social y, sobre todo, no se tiene alguna organización de respaldo, entre otros aspectos enlistados para la creación de Untradanza, que podría funcionar como la Asociación Nacional de Actores (Anda).

Argelia Guerrero Rentería figura entre los fundadores de la asociación civil UntradanzaFoto Marina Voget

Argelia Guerrero dijo que la raíz del problema se planteó con base en las condiciones laborales adversas imperantes en el país, además de las que predominan en el medio artístico y las todavía más preocupantes en la comunidad dancística, “donde la mayoría somos freelance, circunstancia bastante desfavorable”.

Ahora con el registro recientemente obtenido y el acta constitutiva de esa asociación civil, señaló la bailarina, se iniciarán las acciones.

“La primera –adelantó Argelia Guerrero– será propiciar una ley que reconozca la profesión de bailarín, además de generar un padrón con quienes se dedican a la danza y, finalmente, extender el reconocimiento como profesionales en el área.”

Actualmente, Untradanza se allega recursos mediante la realización de rifas y organiza actividades; los fundadores esperan obtener apoyos tras su registro en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

También se buscarán vínculos sociales y se implementarán campañas publicitarias de reivindicación y dignificación de la danza, así como la creación de proyectos.

A la par, se abrirá una bolsa de trabajo y una página web para brindar mayor información y asesoría. Incluso habrán programas y campañas de sensibilización para el servicio social y de promoción de la danza-terapia.