Birmingham Estados Unidos, 27 de abril. Al menos 56 personas murieron y un número indeterminado desaperecieron a causa de las tormentas y tornados que golpearon con fuerza el centro y sur de Estados Unidos en los pasados días, según el más reciente balance suministrado por las autoridades este miércoles.

Sólo en el estado de Alabama perdieron la vida 45 personas en las últimas 24 horas, señala el reporte oficial. Un balance previo daba cuenta de 44 muertos, 25 de ellos en Alabama.

Este miércoles el presidente Barack Obama ordenó al gobierno actuar rápidamente para ayudar a ese estado, hasta ahora el más golpeado por el fenómeno.

Las autoridades declararon estado de emergencia en Alabama, Arkansas, Kentucky, Misisipi, Misuri, Tennessee y Oklahoma, donde los gobernadores llamaron a la Guardia Nacional para ayudar en las operaciones de rescate y limpieza.

En Alabama, un gigantesco tornado, de casi un kilómetro de extensión, pasó sobre la ciudad de Tuscaloosa, mientras otros fenómenos aún recorrían en la noche del miércoles otros sectores del estado, que se declaró en emergencia por estas amenazas climáticas.

Algunas partes de la ciudad están literalmente irreconocibles, dijo Walter Maddox, alcalde de Tuscaloosa, a la cadena CNN.

Mucha gente quedó atrapada en su casa, con las puertas bloqueadas por árboles. Las calles estaban llenas de desechos y escombros.

Estaba con mi esposa mirando las noticias sobre el clima cuando el monstruoso tornado se vino sobre nosotros. Salimos corriendo a refugiarnos al baño, las luces titilaban y todo temblaba, contó Will Nevin, residente de Tuscaloosa al diario The Birmingham News.

En Birmingham, capital del estado sureño, el tornado causó enorme destrucción, devastó una franja al norte de la ciudad donde se veían automóviles volcados y árboles arrancados.

Unas 375 mil personas estaban sin electricidad en todo el estado, dijeron las autoridades.

Masivas tormentas de primavera y cientos de tornados han sacudido el centro y sur de Estados Unidos en los últimos días con lluvias torrenciales e inundaciones que causaron enormes destrozos en propiedades e infraestructura en varios estados de la región.