La actual distribución de fechas, nombres y apotegmas carece de orden y mensaje, argumentan
Lunes 25 de abril de 2011, p. 10
Impuesto por el entonces dominante Partido Revolucionario Institucional (PRI) 42 días después de la masacre de Tlatelolco en 1968, el apotegma Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz
, será el único que la Cámara de Diputados no cambie de ubicación en el muro de honor del salón de sesiones, donde los nombres de los héroes, fechas históricas, instituciones, luchadores sociales y poetas lucen en letras que no son de oro, sino de bronce dorado.
La Comisión de Régimen, Reglamento y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados prevé aprobar un dictamen para que los 57 nombres de personajes e instituciones que contribuyeron al cambio y desarrollo del país se inscriban en orden cronológico.
Así, los nombres de Antonia Nava, Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Mariana R. del Toro Lazarín y Carmen Serdán serían suprimidos de la segunda línea del muro central, y sustituidos por las principales instituciones de educación militar y civil: el Heroico Colegio Militar, la Heroica Escuela Naval Militar, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Mientras, Cuauhtémoc y Nezahualcóyotl se trasladarían a los dos primeros lugares del primer bloque de la izquierda, y en el centro se mantendría el apotegma La Patria es primero
, y debajo el nombre de Vicente Guerrero, que hoy ocupa el quinto lugar en el bloque extremo derecho.
El proyecto recuerda que el muro de honor se originó el 19 de julio de 1823, cuando, al consumarse la Independencia, los legisladores aprobaron incluir los nombres de los libertadores en el Salón de Cortés, hoy Salón Parlamentario de Palacio Nacional.
Es así como fueron colocados, para honrar y premiar los servicios prestados a la patria, durante los 11 años de la guerra de Independencia, los nombres de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, José María Morelos, Mariano Matamoros, Leonardo Bravo, Miguel Bravo, Hermenegildo Galeana, José Mariano Jiménez, Javier Mina, Pedro Moreno y Víctor Rosales
, señala.
El documento parte de una iniciativa de la ex diputada panista María Noriega Blanco, quien fue directora de la revista Arqueología Mexicana. Ella aseguró que durante 185 años las sucesivas legislaturas han inscrito los nombres de héroes e instituciones, frases y hechos históricos en una distribución que carece de orden lógico, histórico, cronológico o didáctico
y “de un discurso integrado y claro… lo que provoca confusión y, sobre todo, carece de un mensaje preciso de lo que se quiere transmitir”.
Al respecto, la comisión concluyó que la ausencia de lineamientos o de un procedimiento específico dio lugar a la inscripción de nombres sin orden, y que el cambio permitirá además resolver propuestas de adición de personajes que no se han incluido debido justamente a la carencia de orden y espacio
.
El apotegma de Juárez fue el número 36 en la lista del muro de honor. Aunque la iniciativa se presentó el 30 de diciembre de 1967 –el último día de sesiones de la 47 Legislatura– por un grupo de diputados oaxaqueños para conmemorar el centenario de la Restauración de la República, con el regreso triunfante de Benito Juárez a la capital y su manifiesto a la nación del 15 de julio de 1867, el proyecto se envió a la congeladora legislativa.
El Centro de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados refiere que el dictamen se presentó en la sesión del 14 de noviembre de 1968, cuando se aprobó sin discusión y por unanimidad de 142 votos de los priístas que, bajo la conducción de Luis M. Farías, descongelaron el proyecto en momentos en que defendían la incursión militar en Tlatelolco.
Así, el decreto fue publicado por Gustavo Díaz Ordaz y el secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, el 24 de diciembre, y la sesión solemne se realizó el 21 de marzo de 1969, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.