Damasco, 24 de abril. Al continuar las protestas en demanda de la renuncia del presidente de Siria, Bashar Assad, miles de personas se volcaron nuevamente a las calles y fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad. El choque dejó saldo de nueve muertos, lo cual eleva a 130 la cifra de fallecidos durante las movilizaciones desde el viernes, según fuentes de la oposición y el exilio. Decenas fueron detenidas y un número no determinado resultaron heridas.

El gobierno volvió a denunciar complot en su contra y calificó de criminales a los opositores, a quienes acusó de atacar a las fuerzas de seguridad, tras la muerte, el sábado, de cinco miembros de una unidad del ejército en Deraa.

Miles de personas que acompañaron este domingo los funerales de cuatro manifestantes abatidos anoche por las fuerzas de seguridad en Nawa, en la provincia de Deraa, convirtieron el acto en una nueva movilización. ¡Larga vida a Siria, abajo Bashar!, ¡El pueblo quiere el derrocamiento del régimen de Assad!, coreaban los dolientes, reportó Reuters en un despacho fechado en Ammán, capital de Jordania, citando a un testigo que contactó por teléfono.

Más demandas

Bashar Assad asumió el poder cuando murió su padre, Hafez Assad, en 2000, tras haber gobernado Siria por 30 años. Las consignas hostiles del domingo en Nawa reflejaron un creciente fortalecimiento de las demandas de los manifestantes, quienes inicialmente pedían más libertades y ahora buscan derrocarlo, afirmaron agencias de prensa internacionales.

Otra manifestación en pro de la democracia y el fin de la corrupción en el país se realizó hoy en la localidad de Jabla, cerca de Latakia, donde cuatro personas perdieron la vida a manos de las fuerzas de seguridad, que abrieron fuego contra los opositores de manera indiscriminada, indicó Afp. Reuters, que citó a la organización Sawasiah en un despacho procedente de la capital jordana, dijo que eran nueve los fallecidos.

Poco después de que se conocieron las muertes de Sableh, unos 3 mil habitantes de Banias organizaron en solidaridad un plantón en la autopista que une Latakia con Damasco.

La represión de las manifestaciones en los últimos tres días ha cobrado la vida de al menos 130 personas, de las cuales 112 fueron en la llamada masacre del viernes santo. El saldo de víctimas del sábado fue de unas 14, en el marco de un funeral de manifestantes muertos el día anterior, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.

De esta manera, la cifra total de fallecidos subió a más de 350, con cientos de desaparecidos desde el inicio de las movilizaciones, el 15 de marzo, según el Observatorio.

Las protestas del fin de semana se extendieron desde la ciudad portuaria de Latakia hasta Homs, Hama y Damasco, entre otras, mientras las fuerzas de seguridad lanzaron esta madrugada redadas en varias localidades, incluida la capital.

El Observatorio de Derechos Humanos denunció la detención de decenas de opositores –entre ellos importantes personajes y activistas, a menos de una semana de que el régimen de Assad abolió la Ley de Emergencia, que rigió en el país 48 años– y demandó una investigación sobre los asesinatos cometidos durante las movilizaciones.

Los opositores consideran que la represión y los arrestos muestran que la derogación de dicha ley es un gesto vacío.

Las autoridades sirias, por otro lado, liberaron hoy al presidente del Comité de Defensa de las Libertades y Derechos Humanos, Daniel Saud, quien fue detenido el sábado en su domicilio de Banias.