Miles de personas, la mayoría niños y jóvenes acompañados de sus padres, tomaron el tramo del Ángel de la Independencia a la Diana Cazadora, convertido en una cancha portátil del deporte ráfaga para lanzar, los que tuvieron suerte, la pelota a la canasta.

El calcinante sol no impidió a los aficionados esperar horas un pequeño espacio para saltar por segundos o minutos en uno de los 20 tableros instalados en el circuito de Reforma.

Con el Jam Festival NBA, el llamado deporte ráfaga invadió ayer por primera vez la capital mexicana, con más de 6 mil participantes. Los más grandes, y otros no tanto, se deleitaron con las cinco porristas de los Nets de Nueva York, quienes hicieron acrobacias y luego firmaron autógrafos, con la advertencia de los organizadores de no tener contacto con ellas.

Las chicas neoyorquinas elevaron la temperatura, no porque las hayan metido en el tráiler de una empresa panificadora, sino porque era inmensa la cantidad de varones que soportaron estoicamente bajo el inclemente sol y se refrescaban con hidratantes en largas filas, que no se comparaban con las de las canchas en la que participaron 650 tercias.

Frente a la Diana Cazadora, la NBA tapizó con plástico azul el asfalto y puso tribunas. Martin Conlon, ex entrenador asistente del organismo, así como un auxiliar, ofrecieron clínicas a los niños, quienes con la pelota repetían los movimientos que les enseñaban.

El representante de la NBA en México, Raúl Zárraga, se dio por satisfecho debido a la respuesta de los aficionados. El acto, avalado por el Instituto del Deporte del Distrito Federal, sirve para incentivar a los niños y jóvenes para tener mayor acercamiento con este deporte, señaló.

Simultáneamente se realizó el Ciclotón familiar dedicado al campeón olímpico Felipe Tibio Muñoz, por lo que los organizadores estimaron la asistencia de más de 30 mil personas de toda la República Mexicana.