Madrid, 23 de abril. El artista español Miquel Barceló incursionó en un género hasta ahora desconocido en su vasta y prolífica obra: la producción artesanal de una revista de arte contemporáneo, Matador, que se edita una vez al año. En el fascículo N de la revista, en el orden de las letras del abecedario, el artista de origen mallorquín expuso algunas de sus obsesiones estéticas, como los retratos antiguos de mujeres africanas, los textos literarios de Rafael Sánchez Ferlosio y Pere Gimferrer, o los manteles que confeccionó junto a su madre.

Matador es un proyecto que se inició hace más de 15 años, con el propósito de hacer una propuesta radical en la que se plasmara, de forma temática, una visión sobre determinado tema desde distintas formas artísticas. Generalmente la fotografía, la escultura, la música y la pintura.

En esta ocasión, la revista dejó de ser dirigida por su fundador y editor, Albert Anaut, para pasar a manos de Miquel Barceló, considerado por críticos y expertos uno de los artistas españoles contemporáneos más importantes, cuya obra se encuentra en una de sus épocas de mayor valorización y prestigio. Después de su intervención en la catedral de su natal Palma de Mallorca, Barceló se transformó en editor y creador de contenidos multidisciplinares para esta revista atípica en el mercado editorial español, que también se distribuye en México.

Durante la presentación, Anaut explicó que “Matador N nos ofrece el lujo de descubrir el mundo de un artista. Los temas trabajados y elegidos por Barceló resultan ser los elementos que forman parte de su vida creativa; una oportunidad extraordinaria de asomarse a un universo muy privado donde conviven sus filias y pasiones, sus inquietudes y experiencias, así como las fuentes de su iconografía. El resultado es una joya. Una revista espectacular que atrapa el alma del artista. Una sucesión de imágenes y textos de más de 30 autores de medio mundo, en los que se puede reconocer la marca de Barceló. Una revista, o un libro, o como queramos llamar a Matador, sin cuadros de Miquel, pero en la que está todo su mundo: el mar, la comida, las mujeres, los otros pintores, la historia, Mallorca...”

El artista explicó que el proyecto es singular, pues se trata de “una publicación difícil de definir, donde la novedad está en que un artista sea el coreógrafo de una revista que no utiliza su obra, lo cual es un acierto. Matador N huye de ser una revista exclusivamente de fotografías para centrarse en otros contenidos, como la literatura y la pintura”. Pero también están los manteles sobre los que dibuja cefalópodos y mantarrayas, que su madre borda. O sus poetas, cineastas y escritores favoritos, como Rafael Sánchez Ferlosio, Alberto Manguel, Andreu Vidal, Miquel Bauça, José Carlos Llop, Jonathan Franzen, Jonathan Safrah Foer, Pere Gimferrer, Jorge Leónidas Escudero, Pedro Costa y Jaime Rosales. En el ámbito pictórico hay dos vertientes en la revista: el sentido homenaje que hace a la faceta creativa de su madre, quien borda manteles, y las influencias artísticas de Ivan Aivazovsky, Luis Meléndez, Mike Bidlo, Josef Nadj, y el monasterio tibetano Thiksé, entre otros.

La única fotografía de Miquel Barceló que hay en la publicación está en la portada y fue tomada por Alberto García-Alix, hace unos 10 años, en París.

El precio de la publicación anual es de 60 euros (unos 900 pesos).