Sociedad y Justicia
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No hay epidemia de VPH, sino campañas de farmacéuticas que comercializan su vacuna

A pesar de la información, crecen casos de jóvenes con VIH y sífilis

Debido a la eficacia de diversos métodos para prevenir y tratar enfermedades de transmisión sexual en años recientes se relajó la prevención de riesgo, asegura Gabriela Anaya Saavedra

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Hay personas que desgraciadamente mueren de cáncer en hígado o pulmón, por lesiones que se iniciaron en la bocaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de abril de 2011, p. 32

Debido a la eficacia de diversos métodos para prevenir y tratar enfermedades de transmisión sexual como el sida, en los años recientes se relajaron las prácticas de riesgo y hoy vemos más casos de portadores del virus de inmunodeficiencia humana, pero también, sobre todo en jóvenes, de sífilis, enfermedad que creíamos controlada, explica la doctora Gabriela Anaya Saavedra.

La especialista en patología y medicina bucal de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco comenta lo anterior a propósito de la falsa creencia de que existe una suerte de epidemia de virus del papiloma humano (VPH), producto de la intensa campaña publicitaria de las farmacéuticas que comercializan la vacuna contra esa infección.

“No hay epidemia de VPH, siempre ha estado, inclusive es uno de los virus más antiguos, ha existido con el hombre desde hace hace muchos años y se ha sabido adaptar. En tiempos recientes, y gracias a las nuevas técnicas de biología molecular, se han identificado nuevos subtipos; a la fecha están secuenciados más de 200.

“El virus ha convivido con el ser humano porque a veces el propio sistema inmunológico resuelve la infección y se va. En algunas personas con sistemas inmunológicos debilitados, en niños o en ancianos, hace lesiones.

“No obstante, recientemente se descubrió que existe una relación entre el cáncer de cérvix y el VPH. En 2008 el doctor Harald zur Hausen recibió el Premio Nobel por este hallazgo: 99 por ciento de las mujeres que tienen cáncer cervicouterino tienen VPH y se dice que el restante uno por ciento no lo tiene, porque no se le ha identificado, pero muy probablemente ahí está.

Sin embargo, hay que aclarar que existe una relación causal, que no necesaria, pues pasa que si se toma un grupo de mujeres sanas, a lo mejor 60 o 70 por ciento tiene VPH, pero sólo uno por ciento desarrolla cáncer cervicouterino. Es decir, el virus es necesario, pero no suficiente para causar lesiones malignas.

La investigadora señala en entrevista con La Jornada que a partir de esa asociación tan fuerte se empezó a investigar la presencia del VPH en otros sitios anatómicos y hasta la fecha se sabe que: en boca hay VPH, pero no nada más en pacientes con cáncer bucal, también en personas sanas. En México, alrededor de 40 por ciento de los pacientes con cáncer bucal lo tienen, pero no existen aún estudios en población abierta. Lo que se sabe es que los principales factores de riesgo de cáncer bucal son el tabaco y el alcohol, en eso sí no hay de otra: de 70 a 90 por ciento de los casos están asociados a ello.

Respecto de la tan publicitada vacuna contra el VPH, la cual a veces se anuncia, en su opinión erróneamente, como inmunización contra el cáncer cervicouterino, la doctora Anaya explica que hay en el mercado dos tipos de vacunas, de dos laboratorios diferentes, las cuales cubren cuatro de los 200 tipos de cepas de VPH conocidos.

“Esos cuatro tipos son los más frecuentes en piel, boca y cérvix, y dos de ellos son los llamados ‘de alto riesgo’, porque son los que se detectan más frecuentemente en cáncer cervicouterino; los otros dos hacen lesiones benignas, como verrugas. Pero los otros 196 tipos, si bien son menos frecuentes, pues ahí están, con riesgo a mutar y ser de alto riesgo. Las vacunas actuales no cubren todo el espectro.

Sí hay cierta protección, pero es muy difícil pensar en esas vacunas como protectoras de cáncer cervicouterino. Creo que la mercadotecnia debería decir que sirven para prevenir la infección por VPH, y ahí sí estaríamos todos contentos. Es totalmente incorrecto decir que si alguien se vacuna con esta sustancia contra el VPH ya no le va a dar cáncer cérvicouterino. Aunque la mujer se ponga la vacuna, de todas maneras debe realizarse su papanicolau y los estudios que determine su ginecólogo, reitera.

En el país, debido a que no existen registros epidemiológicos, las investigaciones no son determinantes, pero se sabe que los casos de cáncer de boca no se han incrementado significativamente en las recientes dos décadas.

“Y hasta ahorita no existe ningún estudio que afirme que el VPH causa cáncer bucal, aunque en laringe y amígdalas es un poquito más fuerte la asociación. Mucho menos se puede decir, como se ha publicado en algunos medios, que el sexo oral es factor causante de cáncer en la boca. Lo único que se puede recomendar, a ciencia cierta, para prevenirlo es reducir el consumo de tabaco y alcohol, y acudir con un especialista en patología bucal.

“El problema en nuestro país y en toda América Latina es que las personas no saben que existe un patólogo bucal, es una desgracia. A quien le aparece una úlcera en la boca no sabe con quién acudir. Va con el médico o el odontólogo, pero la segunda desgracia es que ellos muchas veces no tienen la formación de patólogo bucal y hay lesiones graves que les pasan desapercibidas.

Hay personas que desgraciadamente mueren de cáncer en hígado o pulmón, por lesiones que se iniciaron en la boca. Hay que educar al personal de salud para que revise bien, porque no lo está haciendo”, concluye.