Valencia, 19 de abril. El futbol español vivirá mañana una esperadísima final de la Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid, el segundo clásico en cuatro días. Los duelos entre estos dos gigantes pueden ocasionar problemas de corazón, según advirtió la Sociedad Española de Cardiología.

Jugar y hartarnos de jugar es la única manera (de hacer frente a los merengues). No te garantiza nada, pero hay que ser atrevidos, valientes e intentar ganar, afirmó en rueda de prensa el entrenador de los azulgranas, Josep Guardiola, quien adelantó que su equipo seguirá fiel a su estilo de toque, muy frenado por el planteamiento defensivo que mostró el Madrid el pasado sábado en el derbi liguero.

Guardiola, quien convocó al mexicano Jonathan dos Santos y ofreció disculpas por el balonazo de Lionel Messi hacia la tribuna el sábado, indicó que el choque de este miércoles no es “el partido del año. Es un regalo llegar a la final. Ahora, a enfrentarnos a los merengues y saber que tenemos qué hacer para ganar. Si nos vencen, volveremos, prepararemos –el partido de liga– en Pamplona y así hasta el final”.

Por su parte, José Mourinho, técnico del Real Madrid, en su cita con los reporteros mostró su perfil más discreto: No me quiero salir de las palabras tradicionales. No hay favoritos, los dos equipos tienen las mismas posibilidades de ganar.

No quiso rebatir una sola de las voces que criticaron su planteamiento defensivo del sábado. Uno de ellos fue Alfredo Di Stéfano, presidente de honor del club blanco. Di Stéfano es una de las personas más importantes en la historia del Real Madrid y yo no soy nadie en la historia del Real Madrid. Hay que respetarlo, pero el entrenador soy yo y yo soy quien decide, señaló.

Si no ganamos, la vida continúa, fue su melancólico mensaje final.