Juan Carlos Cacho sabe que el futbol está lleno de rachas malas y buenas, como la que hoy gozan los Pumas. ¡Hay que aprovechar mientras dure!, dijo el atacante, quien reconoció que los triunfos te dan una confianza tal que todo te sale.

En el liderato general y con una sola derrota en el torneo, los auriazules buscan sacarle todo el jugo al momento de magia que atraviesan y advirtieron que no tendrán contemplaciones el viernes ante los descendidos Rayos del Necaxa, en la penúltima fecha del certamen. Buscarán el triunfo, ya sea por uno o por cinco goles.

Cacho resaltó que el equipo está en excelente momento en varios aspectos: mental, futbolístico y en el ambiente que vive el grupo. Físicamente es uno de los mejores, sostuvo. Pese a esos argumentos, rehusó colgarse la etiqueta de abocado al título: eso lo pone la gente o ustedes (prensa). En la liguilla a ninguno pondría como favorito, porque todo puede pasar.

Los Pumas tuvieron ayer un entrenamiento relajado en la cancha del estadio Olímpico, luego de golear (3-0) al Querétaro el domingo; sin embargo, reconocen que cometieron varios errores, pero han contado con buena suerte. Ahora deben evitar distracciones en los siguientes partidos.

“No debemos relajarnos para nada, vamos de visita y lo que estamos pensando es terminar bien el torneo, tratar de mejorar lo que hicimos con Querétaro y traernos los tres puntos de Aguascalientes. La cuestión del descenso ya es otra cosa, desgraciadamente les tocó a ellos y nosotros vamos a hacer nuestro partido.

Si metemos uno o cinco goles a Necaxa es nuestro trabajo y hay que entenderlo así; por desgracia les tocó a ellos bajar de categoría. El duelo hay que tomarlo seriamente, porque nosotros queremos estar en el primer lugar y luego en la liguilla, indicó en la rueda de prensa.

Cacho, surgido del Cruz Azul, reconoció haber ambicionado el liderato de goleo al arranque del torneo, después de acumular cinco tantos, pero sufrió una lesión y perdió ritmo. No voy a decaer por eso, pues lo primordial son las metas de grupo, sostuvo.

Asimismo, subrayó que no teme que les afecte la llamada maldición del superlíder, sobre todo porque en el torneo Clausura 2007, cuando militó con los Tuzos, terminaron como líderes generales y lograron el campeonato. Me tocó ganar un título con Pachuca siendo superlíder, no creo en eso, pesa más lo futbolístico que hablar de maldición, señaló.

En tanto, Javier Cortés admitió que ante los Gallos Blancos estuvieron distraídos, aunque reaccionaron a tiempo e imprimieron mayor intensidad, nos pusimos las pilas porque no estábamos concentrados, agarramos la onda rápido para poner más atención. Debemos evitar eso, anotó.