Con la apertura de Realidad y utopía, 200 años de arte argentino: una visión desde el presente, el Museo Nacional de San Carlos se abre a nuevos criterios curatoriales que buscan ofrecer el diálogo entre voces contemporáneas y del pasado, expresó Carmen Gaitán, directora del recinto.

Integrada por 89 obras, entre pintura, fotografía, arte-objeto, videoinstalación, gráfica y escultura, si las del pasado conmueven por sus paisajes de luz tenue, tan diferente a la nuestra, que cruzan por aquellos creadores influidos por el arte europeo, quienes en constante búsqueda plasmaron los rasgos de la tierra que en algunos casos los vio nacer o los recibió de muy pequeños. Tampoco se puede dejar de lado las obras de contenido político, críticas y de fuerte reciedumbre, hasta desembocar ante el ímpetu de las nuevas tecnologías y las instalaciones, apuntó Gaitán.

La muestra, curada por Diana Weschler, comprende obras de Roberto Aizenberg, Antonio Berni, Juan Carlos Distéfano, Emeric Essec Vidal, León Ferrari, Lucio Fontana, Raquel Forner, Víctor Grippo, Andrea Juan, Guillermo Kuitca, Jorge Macchi, Marta Minujín, Luis Felipe Noé, Daniel Ontiveros, Teresa Pereda, Marcelo Pombo, Liliana Porter, Benito Quinquela Martín y Res, entre muchos otros.

Magdalena Faillace, directo-ra general de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina, di-jo que con la presente exposición seguimos celebrando el bicentenario de la Independencia de los dos países.

El sentido de esta muestra consiste en hermanarnos con México, un país que admiro profundamente porque ha hecho del orgullo de su cultura un eje de su soberanía y eso merece toda la admiración de la comunidad latinoamericana.

Colonización y mestizaje

En Realidad y utopía, 200 años de arte argentino: una visión desde el presente, continuó Magdalena Faillace, “hemos querido plasmar 200 años de arte argentino, para que los mexicanos, por medio de nuestras imágenes, puedan sentir cuánto tenemos en común y también las diferencias de cada pueblo. Pero, además, queremos subrayar con esta muestra nuestra condición orgullosamente latinoamericana.

“Queremos derribar el mito de que Argentina era el país europeo de América Latina. Padecimos la violencia de la colonialización, el mestizaje que genera contraste, claroscuros, y que se plasma en el barroco latinoamericano.

“Además, tenemos una historia de admiración, que genera nostalgia en nuestros artistas, también una historia de dictaduras militares, y en esta muestra se podrán constatar de qué manera nuestra dictadura militar, la última, la más sangrienta, la de 1976 a 1983, no logró silenciar las imágenes de nuestros artistas que desde el exilio y desde la misma Argentina pudieron luchar en contra del régimen dictatorial.

Tenemos ejemplos acá de Luis Felipe Noé, de León Ferrari, de Carlos Alonso. No podemos disociar nuestra cultura de la memoria de los derechos humanos que fueron violados en Argentina y de la política de derechos humanos que nuestra presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, lleva adelante.

Realidad y utopía, 200 años de arte argentino: una visión desde el presente se puede visitar en el Museo Nacional de San Carlos (Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera).