En la oscuridad, mientras dormían, el agua pestilente sorprendió a los vecinos
Otra vez nos quedamos en la calle
En 2010 un funcionario mexiquense les ofreció resarcir los daños por la inundación; lo siguen esperando
Lunes 18 de abril de 2011, p. 29
Valle de Chalco, Méx., 17 de abril. En la oscuridad, mientras dormían, el agua sorprendió a los vecinos de la calle Poniente 21 de la colonia San Isidro: las aguas negras de La Compañía estaban en sus recamaras. Ya no pudieron bajar los pies de la cama y calzarse las sandalias o las pantuflas.
Los 10 integrantes de las familias Díaz Fuentes, Vega Ortiz y Díaz Vega –porque en esta zona las casas son habitadas por más de una familia– alcanzaron a poner a salvo algunos colchones, cobijas, ropa y uno que otro mueble ligero. Desde la 1:30 de la madrugada, ancianos, mujeres y niños permanecieron en la azotea. Ahí estuvieron más de 10 horas a la intemperie, junto a las pertenencias que consiguieron subir al techo.
La ruptura del bordo izquierdo del caudal de La Compañía inundó de inmediato la autopista México-Puebla. El agua avanzó hasta el otro extremo de la lateral de la vía rápida y la avenida División del Norte. En cuestión de minutos el tirante alcanzó metro y medio de altura.
Sobre la lateral, Arturo Castillo Martínez dormía en su negocio, una miscelánea ubicada en el paraje La Caseta Vieja, kilómetro 28. Cuando se levantó de la cama sintió el agua en los pies. Despertó a su esposa y a sus tres niños. Tengo mucho coraje, apenas estábamos levantando el negocio que perdimos el 5 de febrero de 2010, y mire, otra vez nos quedamos en la calle.
El gobierno municipal informó que la inundación ocurrida la madrugada de este domingo representa 10 por ciento en comparación con lo ocurrido en 2000 y 2010. Sin embargo, las 500 familias de 400 viviendas que se inundaron en 12 manzanas son las mismas que resultaron afectadas durante las anegaciones anteriores.
Sonia Álvarez Rubio, vecina de la calle Norte 15, perdió sala, estufa, mesa, ropero y refrigerador, los mismos enseres que compró con los 20 mil pesos que le dieron los gobiernos federal y estatal hace apenas 14 meses. Ella, al igual que decenas de familias, sólo tuvo tiempo de llevar a la azotea colchones y pertenencias ligeras.
Margarita Pérez Palacios, vecina de Norte 13 aún conserva el documento que de puño y letra le escribió el secretario general de Gobierno, Luis Miranda Nava. En ese escrito, el funcionario estatal se comprometió a regresar a su casa para resarcir los daños que la inundación provocó a su vivienda en febrero de 2010. Todavía lo están esperando.
A diferencia de la inundación pasada, cuando 2 mil viviendas estuvieron bajo el agua durante más de 10 días, en esta ocasión el nivel había descendido más de 80 por ciento por la tarde del domingo.
Tras la tragedia, la Comisión Nacional del Agua puso en operación la planta de bombeo del túnel profundo para desalojar los más de 6 mil litros de aguas que se fugaban por el boquete de 30 metros en el canal a cielo abierto.
También por la tarde, el gobernador del estado Enrique Peña Nieto hizo un recorrido por la zona afectada y prometió ayuda a las familias que perdieron sus enseres. Los habitantes le reclamaron que las obras realizadas no impidieran que se anegaran.
El mandatario sostuvo que gracias a las obras de la planta de bombeo La Caldera se evitó una inundación de gran magnitud como la ocurrida hace un año. Destacó que el conteo del gobierno estatal es de 200 casas afectadas.