El actor estadunidense Dennis Quaid reveló que la cocaína era usual en las producciones de Hollywood de la década de los 80, y que parte de los presupuestos de las cintas se destinaban a conseguir dicha droga para los equipos de producción.

La cocaína solía formar parte de los presupuestos de las películas y apenas se disimulaba. Era un dinero destinado a gastos menores. Se distribuía básicamente en los rodajes, porque todo mundo lo hacía. En lugar de tomar un coctel, inhalabas una raya, declaró a la revista Newsweek.

Para el actor, el problema radicaba en que muchos como él venían de la clase media-baja y no supieron lidiar con la fama. Dennis Quaid fue adicto a las drogas y, según contó, se mantiene limpio desde los años 90.

Todo se volvió muy loco

El ganador de un Globo de Oro por Lejos del cielo, dijo que la cocaína fue su error favorito. La gente que hacía negocios en lugar de tomarse un coctel se metía una raya. La adicción te mantiene apartado de tu vida (...) Despertaba, me metía una raya y juraba que no lo volvería a hacer, dijo el protagonista de Smart People.

Sus excesos con las drogas provocaron que durmiera solo una hora al día. Cuando empezó a ver que muchos compañeros morían por culpa de sus adicciones, Dennis se dio cuenta de que no podía continuar con una vida tan frenética.

Todo se volvió muy loco (...) Al día siguiente estaba en desintoxicación, agregó.

Quaid admite que sus problemas con las drogas le enseñaron a ser una persona más humilde. Sin embargo, considera que la gran responsable de que ahora sea un hombre nuevo es su esposa, Kimberly Buffington, con quien tuvo gemelas en 2007.

Agregó que criar a su hijo Jack, fruto de la relación con Meg Ryan, también lo ayudó a abandonar las drogas.