La interpretación estuvo a cargo del Ballet de la Ópera de París
En la agenda, Giselle, por el Bolshoi, el próximo 8 de mayo
Lunes 18 de abril de 2011, p. a16
Una Coppelia novedosa, a cargo del Ballet de la Ópera de París, se proyectó ayer en la pantalla del Auditorio Nacional como parte del ciclo Grandes Ballets del Mundo, temporada 2011, que se inició el pasado 27 de marzo debido al éxito que ha tenido la transmisión de En vivo desde el Met de Nueva York, que comenzó en 2008.
Coppelia o la muchacha de los ojos de esmalte, coreografía en dos actos, estrenada el 25 de mayo de 1870, precisamente en la Ópera de París, con música de Léo Delibes, retoma el relato El hombre de arena (Der Sandmann), de ETA Hoffmann, catalogado dentro del romanticismo alemán, publicado en 1816 como parte de la obra Piezas nocturnas.
La presente variación de la historia que gira en torno a una muñeca que cobra vida, es una adaptación de Patrice Bart, a partir de la obra de Arthur Saint-León para el Ballet de la Ópera de París, que data de 1996. En su versión, Bart regresa al cuento fantástico de Hoffmann y representa al excéntrico Coppélius como un hombre perseguido por la imagen de la mujer amada, pero perdida, y cuya memoria es evocada por Swanilda, una joven del pueblo. La puesta en escena también marcó el retiro de Bart de los escenarios.
Cabe mencionar que a lo largo del tiempo el papel de Swanilda ha atraído una larga lista de bailarinas estelares, ya que ofrece a la artista amplia posibilidad de desplegar su talento respecto de la inteligencia, la elegancia, el brillo de movimiento y la ingenuidad de mímica, todo menos la tragedia.
No faltó ningún ingrediente a la actuación de la bailarina francesa Dorothée Gilbert (1983), quien brilló por encima de todos. Gilbert fue entrenada en la Escuela de Danza de la Ópera Nacional de París, a cuyo cuerpo de ballet entró en 2000. Fue promovida a danseuse étoile (bailarina principal) en 2007.
En la versión de Bart, Coppélius no es un anciano, sino un hombre de mediana edad, que contrasta con la juventud de Franz, enamorado de Swanilda. De hecho Coppelius fue interpretado por el bailarín español y también coreógrafo José Carlos Martínez.
El misterioso personaje tiene un ayudante viejo que se encarga de ejecutar sus órdenes, así como proporcionarle sustancias alucinógenas que le permiten evadir la realidad y soñar con su amor perdido, al que trata de reanimar mediante la creación de muñecas.
Gracias a la escenografía de Ezio Toffolutti, al final de la obra, una vez salvada Swanilda, el interior de la casa de Coppélius se desintegra para dejar a la pareja de jóvenes en medio de una bruma inquietante, donde bailan, pero con la sombra perturbadora del hombre de quien han logrado escapado.
A los interesados en asistir a las siguientes funciones de la serie Grandes Ballets del Mundo, se les recomienda llegar antes del comienzo, para así entrar virtualmente a la Casa de la Ópera de París, tomar asiento y esperar que se corra el telón.
Giselle será bailado por el Ballet Bolshoi el 8 de mayo; Calígula el 12 de junio y Children of Paradise el 17 de julio, ambos con el Ballet de la Ópera de París. El protagonista del 31 de julio aún está por confirmarse.
Todas las funciones son a las 12 horas.