Washington, 16 de abril. El gasto en seguridad consume cada año recursos públicos por 200 mil millones de pesos, reveló este sábado Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda y Crédito Público. Se trata de una suma que supera el presupuesto combinado en educación media superior y superior en los sistemas públicos y que multiplica por seis los recursos de que dispone el programa de desarrollo humano Oportunidades, la principal estrategia gubernamental de combate la pobreza extrema, según datos oficiales.

Sin duda alguna el gasto en seguridad es uno de los retos importantes que afronta el gobierno mexicano, aceptó Cordero Arroyo en una conferencia de prensa en esta ciudad, en el marco de la reunión de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Cordero manifestó que sin ninguna duda hay regiones de México en las que se pueden estar generando obstáculos a la inversión y al intercambio comercial por la escalada de violencia asociada al combate al crimen organizado. A nivel agregado y nacional, acotó, no hay ninguna evidencia de que se estén deteniendo inversiones en el país. Al revés, aseguró, sigue llegando inversión extranjera directa.

El Banco Mundial publicó el jueves pasado que el gasto militar en México creció el último año a una cifra sin precedente de 64 mil 348 millones de pesos, incremento de 44 por ciento respecto del monto registrado al inicio de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa. El crecimiento en este rubro contrastó con la tendencia en los presupuestos públicos en educación y salud, que prácticamente no han variado en el periodo.

La cifra aportada este sábado por el secretario de Hacienda comprende las diferentes instancias de procuración e impartición de justicia, a diferencia del dato del Banco Mundial, que se concentra en las fuerzas militares.

El gobierno mexicano ha podido hacer frente a la necesidad de recursos para hacer costear las acciones de combate a la delincuencia a partir de algunos ajustes a la estructura fiscal, declaró Cordero. En los cuatro años transcurridos desde el inicio de la administración, detalló, se han hecho dos reformas fiscales que han aumentado la recaudación tributaria en casi 1.4 puntos del producto interno bruto, que equivalen a unos 190 mil millones de pesos.

Gracias a eso hemos podido destinar los recursos suficientes para el problema de seguridad, pero también para infraestructura y programas de alivio a la pobreza y programas de capital humano, como en educación y salud, dijo.

Cifras oficiales de la Secretaría de Hacienda indican que este año el presupuesto del programa de desarrollo humano Oportunidades, la principal estrategia gubernamental de combate a la pobreza extrema, es de 35 mil 355 millones de pesos. Esto significa que por cada peso de recursos públicos destinados a Oportunidades se gastan 5.6 pesos en seguridad, de acuerdo con los datos, contenidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2011.

La misma fuente indica que el presupuesto combinado para educación media superior y educación superior alcanza este año 146 mil 300 millones de pesos, menos de lo destinado a seguridad. La Secretaría de Educación Pública tiene un presupuesto de 230 mil millones de pesos y la de Salud de 105 mil millones de pesos.

En la conferencia de prensa este sábado, Cordero aseguró que el fortalecimiento de las finanzas públicas ha podido dar los recursos para enfrentar de manera integral todos los retos que tenemos que no son nada más un gasto en policías y en seguridad, sino también en programas preventivos y de educación.

La parte medular de los recursos usados en las funciones de orden y justicia provienen básicamente de los impuestos de los mexicanos, respondió Cordero, cuando fue interrogado sobre la ayuda internacional que recibe el gobierno para el combate a la delincuencia.

Básicamente son recursos públicos, impuestos de la sociedad. La ayuda internacional que se recibe es más bien asistencia técnica y tecnológica, apuntó.

–El Banco Mundial publicó esta semana un informe en el que menciona que la violencia en los países se combate sobre todo con educación, respeto a los derechos humanos y empleo para los jóvenes. ¿Cuál es su opinión al respecto?

–Ese reporte establece con mucha claridad que es un problema regional, que abarca a muchos países y donde también debe haber una corresponsabilidad importante en aquellos países que son grandes consumidores de droga. En este combate frontal a estas organizaciones criminales multinacionales, la prevención juega un papel medular. De ahí la importancia de invertir en programas educativos.

En México, aseguró, la cobertura en educación media superior ha aumentado casi 20 puntos porcentuales desde el inicio de la administración, para cubrir actualmente a 66 por ciento de los jóvenes. Dijo que se han construido cerca de 900 bachilleratos públicos en el país y se han ampliado las oportunidades de esparcimiento y deportivas. Aparte de todo el componente de persecución criminal, de inteligencia, de profesionalización de cuerpos policiales, la parte preventiva, de educación y combate a las adicciones es fundamental para poder enfrentar de manera integral este problema.