Santiago, 15 de abril. La justicia chilena ordenó este viernes exhumar los restos del ex presidente socialista Salvador Allende, que yacen en el cementerio general de esta capital, dentro de la investigación para establecer si fue asesinado en medio del golpe de Estado que encabezó Augusto Pinochet en 1973 o se suicidó como sostiene la versión histórica.

El juez Mario Carroza decretó la diligencia tras acoger una petición de la familia Allende y fijó el peritaje para la segunda quincena de mayo, confirmó un portavoz del Poder Judicial. Los restos del mandatario, primer y único marxista en llegar al poder mediante las urnas el 3 de noviembre de 1970, serán analizados por peritos del servicio médico legal.

Nos parece relevante para el país y para el mundo que en definitiva se puedan establecer jurídicamente las causas de su muerte y las circunstancias que la rodearon, que fueron de extrema violencia, comentó la hija del dirigente político, la senadora socialista Isabel Allende.

La investigación para determinar las causas del fallecimiento se abrió el 27 de enero pasado, luego de que la fiscalía dispuso indagar la muerte de al menos 726 de las más de 3 mil víctimas que dejó la dictadura y que nunca fueron objeto de investigación judicial, entre ellas la del propio Allende.

No es que la familia haya cambiado de opinión. No es que tengamos dudas que antes no tuviéramos, sino que apoyamos que haya una investigación judicial que nunca se ha hecho, agregó la senadora al asegurar que su padre se quitó la vida. No obstante, el juez también tomó en cuenta para proceder a la investigación deficiencias en la necropsia que se le practicó en 1973.

Hasta ahora la versión oficial sostiene que Allende se suicidó en medio del bombardeo aéreo sobre el palacio presidencial de La Moneda la mañana del 11 de septiembre de 1973, disparándose en la barbilla con un fusil regalado por el ex presidente cubano Fidel Castro.

El mandatario había advertido que estaba dispuesto a morir antes que rendirse ante las fuerzas militares encabezadas por el general Augusto Pinochet, que en medio de una fuerte convulsión social de la derecha y el apoyo de Estados Unidos derrocaron su gobierno, que intentaba poner en práctica la llamada vía chilena al socialismo.

Pero en 2008 un informe del reconocido médico forense Luis Ravanal –elaborado con base en la necropsia que le fue practicada al ex mandatario en el hospital militar– señaló que Allende no se suicidó, sino que fue asesinado. En su informe, el médico declara que la causa del deceso serían dos impactos de bala a corta distancia y de armas distintas.

Al día siguiente de su muerte los restos fueron llevados en helicóptero hasta el cementerio Santa Inés, del balneario de Viña del Mar, donde fueron sepultados ante su esposa, Hortensia Bussi, y una de sus tres hijas. Pero a la familia nunca se le permitió ver el cadáver.

En 1990, tras el fin de los 17 años de dictadura de Pinochet, sus restos fueron trasladados al cementerio general de Santiago.

En tanto, cuatro líderes mapuches que reivindican tierras ancestrales y fueron condenados a 20 y 25 años de prisión cumplieron este día un mes en huelga de hambre, en demanda de un juicio justo y sin la aplicación de una ley que data de la dictadura militar.