Por tercer año consecutivo, ayer se realizó en la explanada del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), en el Centro Cultural Universitario, el Festival del Libro y la Rosa 2011 UNAM, cuya finalidad es fomentar la lectura mediante un intenso programa de actividades artísticas desarrolladas en una sola jornada, cuyo costo ascendió a un millón 300 mil pesos.

Al respecto, hubo firma y presentaciones de libros, danza, música, teatro, talleres, narradores orales y estaciones de audio en las que se pueden escuchar los títulos de la colección Voz viva, así como cine y charlas con autores; entre otras actividades, la que más captó la atención de los asistentes, en su mayoría jóvenes, fue el proyecto Libros libres, el cual consistió en liberar en esta ocasión alrededor de 3 mil volúmenes facilitados por las editoriales participantes, así como de institutos y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además de los que el público donó.

Ese proyecto, una especie de biblioteca pública, consiste en que cualquier persona que lo solicite se le obsequiará un libro con el compromiso de leerlo y luego dejarlo en algún otro sitio. No se trata de quedarse con él.

Cada ejemplar lleva pegada en la portada una etiqueta que dice: Léeme, no estoy perdido. ¡Estoy liberado! Y, dentro, contiene un código, pues el compromiso, además de leerlo, es que se escriba una reseña o comentario y se registre su destino para seguirle la pista en la página electrónica www.bookcrossing.com, la cual pueden consultar los interesados.

Una fila de decenas de jóvenes que por momentos se ampliaba o disminuía, se pudo apreciar en el local 36, como muestra del interés por ser parte de ese proyecto de fomento a la lectura.

La iniciativa aún necesita consolidarse, pues de acuerdo con Julieta Jiménez Cacho, una de las coordinadoras del encuentro, sólo se ha podido registrar y dar seguimiento a muy pocos volúmenes, alrededor de 70 libros. Por ello, añade, es que estamos trabajando en hacer consciencia para que los libros puedan circular.

Adelantó que se quiere poner en marcha este proyecto en la ruta del Pumabús, aunque todavía no se define cuándo comenzará.

Otra de las actividades fue la subasta de paquetes de libros. A manera de juglares, un grupo de personajes subidos en una escalera andan de aquí para allá ofreciendo diferentes títulos.

La creatividad literaria se ubicó en el local nueve, donde se escribió un extenso Cádaver exquisito, técnica ideada por los surrealistas franceses para crear un texto colectivo. En este caso, cada participante anotó 55 caracteres para crear un poema que se quedará en la red electrónica de la UNAM.

La escena más común fue ver cómo las rosas crecen en número en las bolsas de libros de los compradores, pues el espíritu del encuentro es que se regale una rosa a los compradores de libros o en su caso fueron vendidas para obsequiarlas a los amigos.

En esta fiesta de la lectura y la amistad participaron 80 sellos. El arranque de actividades estuvo a cargo de la escritora Mónica Lavín, quien liberó su libro Yo la peor. Y por primera vez Sanborns fue uno de los patrocinadores. El foro concluyó a las 22 horas con una fiesta amenizada por la Danzonera Yucatán.