Mientras el PRD empezó acciones de volanteo para alertar a la ciudadanía sobre las regresiones que contiene la reforma laboral que PRI y PAN pretendían aprobar en la Cámara de Diputados, la dirigencia del blanquiazul acusó al tricolor de frenar dicha iniciativa por intereses electoreros.

En tanto, el Congreso del Trabajo (CT) rechazó que el dictamen y votación de dicha iniciativa se haya pospuesto por cuestiones de índole electoral, sino para que sea modificada en varios temas para lograr mayor consenso. En contraparte, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) alertó que no se puede bajar la guardia, porque el llamado a llevar a cabo consultas con varios sectores sobre el tema sólo puede ser una pantalla para aprobarla con el pretexto de que supuestamente se tomaron en cuenta todas las opiniones.

Por su parte, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) informó que el sector privado continuará cabildeando ante los legisladores para la aprobación de dicha iniciativa.

Dirigentes, diputados federales y locales del PRD desplegaron en la ciudad de México una brigada de volanteo para poner en alerta a la población sobre las 27 regresiones que contiene la propuesta de reforma laboral.

Frente al Palacio de Bellas Artes, los perredistas entregaron a automovilistas y transeúntes información impresa en la que se exponen los efectos negativos que tendrían dichas modificaciones, particularmente para los jóvenes y las mujeres. Aseguraron que se trata de un ariete que pretende derribar una serie de conquistas laborales.

No se puede confiar en el tricolor

Los diputados Leticia Quezada Contreras y Agustín Guerrero Castillo señalaron que la bancada del PRD no puede confiar en la palabra del PRI –respecto de que retira su iniciativa–, ya que la sociedad no olvida que en la actual legislatura se comprometió a no subir el IVA, e hizo lo contrario.

Llamaron a los priístas a comprometerse por escrito y retirar oficialmente su iniciativa, porque nadie puede confiarse de que en un último esfuerzo el PAN logre convencerlos de que aprueben la reforma laboral en el actual periodo de sesiones.

Por su parte, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, conminó a los priístas a que voten y aprueben su propuesta, pero que ya no difieran más el beneficio y el progreso de los mexicanos. Consideró que el PRI frenó la iniciativa por intereses electoreros.

Nosotros estamos convencidos de que la propuesta del PAN es más amplia y más completa, pero si no están dispuestos a aprobar la transparencia y rendición de cuentas de los sindicatos, de los recursos que manejan, de la elección de los representantes gremiales, bueno, aunque sea la iniciativa acotada que ellos presentaron, pero que la sostengan con votos, con firmas, para que pueda ser aprobada.

La UNT sostuvo que cabe la posibilidad de que se proponga un periodo extraordinario de sesiones para revisar dicha iniciativa, por lo que los sindicatos llevarán a cabo un plan b de más movilizaciones de rechazo al proyecto, que podría ir de junio a julio de este año, para lo cual habrá todo un programa de acciones de protesta.

En la primera audiencia que se llevó a cabo ayer en la Cámara de Diputados para analizar la reforma laboral, la sorpresa fue que la Comisión del Trabajo excluyó de entrada la participación de expertos, críticos y estudiosos del tema, como la catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, Graciela Bensusán; el abogado Alfonso Bouzas y a Arturo Alcalde, de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos.

Francisco Hernández Juárez, diputado perredista y miembro de la UNT, señaló que el hecho de que esta reforma no salga en el actual periodo legislativo no significa que el PRI y el PAN estén renunciando al proyecto.

Ramón Humberto Ojeda Silva, vicepresidente del CT, dijo que falta consenso para la iniciativa, en tanto Amador Monroy, diputado priísta y también vicepresidente del organismo, planteó que deben cambiarse algunos temas de la propuesta de su partido.

En tanto, Tomás Natividad Sánchez, coordinador de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del CCE, aseguró que el sector privado no dejará de insistir y cabildear entre los diputados para que la reforma laboral sea aprobada en periodo extraordinario o a más tardar en la primera semana de septiembre.