Fue un desplazamiento de tierra, afirma; rehúsa presentar pruebas
Jueves 14 de abril de 2011, p. 39
Nezahualcóyotl, Méx., 13 de abril. El incidente ocurrido en el tiradero Neza II el pasado 28 de octubre, que provocó daños a 250 viviendas de la colonia Benito Juárez, fue un desplazamiento de tierra y no una explosión de metano, aseguró el secretario del Medio Ambiente estatal, Gustavo Cárdenas Monroy, quien se negó a proporcionar detalles de estudios científicos que dijo tener, los cuales avalarían la versión oficial.
Esta postura contradice el estudio independiente promovido por los vecinos afectados, quienes demostraron la presencia de metales como plomo y zinc, además de metano, en la zona siniestrada.
Gustavo Cárdenas visitó Nezahualcóyotl este miércoles y ratificó la postura del gobierno del estado de México. Aseguró que los estragos fueron resultado de un desplazamiento de tierra y de un asentamiento. Eso revelaron los dos estudios, que se evaluarán para realizar una serie de obras y el saneamiento
del tiradero a cielo abierto Neza II.
Sin embargo, el titular del Medio Ambiente se negó a precisar qué institución realizó dichos estudios, cuánto costaron y por qué no se han hecho públicos. Cárdenas Monroy se limitó a informar que la misma empresa que realizó el proyecto Ciudad Jardín Bicentenario efectuó los análisis que avalan la postura oficial y que en ellos participaron especialistas del Instituto Politécnico Nacional.
Los afectados acusaron al gobierno mexiquense de ocultar información sobre lo ocurrido en una franja del bordo de Xochiaca. No conformes con el cierre del tiradero Neza II –efectuado el 15 de noviembre pasado–, solicitaron apoyo a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), que hizo análisis químicos del subsuelo en la zona afectada.
Damnificados encabezados por el urbanista Fermín Carreño, el químico Gustavo Reyes y la ingeniera ambiental Alejandra Olivares, cuyas propiedades resultaron perjudicadas, tomaron muestras en distintos puntos de las cuatro manzanas afectadas en la colonia Benito Juárez.
Cuatro meses después del siniestro revelaron los resultados de análisis avalados por la UAM, los cuales confirmaron la presencia de metano en calles donde se debieron derribar 33 viviendas. Los daños, dijeron los afectados, se debieron a una explosión de gas.
Por lo pronto, Gustavo Cárdenas informó que el gobierno del estado de México concluirá el saneamiento del tiradero, ubicado a unos 50 metros de la zona habitacional, y construirá un parque.