A pesar de su contribución y experiencia para llevar a Pumas al liderato general, y a unos días de cumplir 38 años, el atacante Francisco Palencia dio por concluido su ciclo con la selección nacional, con dos mundiales en su cuenta –Francia 1998 y Corea del Sur-Japón 2002– aunque como máximo recuerdo se lleva el título de la Copa Confederaciones 1999, en una gran final contra Brasil.

El auge del conjunto de la UNAM hace soñar a casi todo el plantel con volver a vestir la playera verde, pero Paco señaló ayer que esa aspiración no cabe más en él: “Ir al Tri siempre es una ilusión muy grande que tenemos todos los jugadores, pero te puedo decir que es momento de que el representativo mexicano tenga una renovación”.

El delantero surgido en Cruz Azul estimó que con José Manuel de la Torre ese proceso se realiza de buena manera: El técnico es muy capaz, tiene mucha tela de donde cortar para escoger jugadores y por ciclos de la vida creo que ya no sería ideal estar en la selección, porque hay jugadores que pueden aportar muchas cosas y hay que darles cabida.

Sobre la idea de tener un partido de despedida dijo que no ha pensado en eso. Inclusive pudo haberlo vivido ya, el disputado en octubre de 2009 ante El Salvador.

Durante la conferencia de prensa ofrecida en CU, señaló: Creo que ese juego fue incomparable porque se clasificó al Mundial (de Sudáfrica) y marqué un gol en el Azteca, que estaba lleno. Entonces si desde ese momento ya no voy, me quedo con esta imagen.

Palencia se siente satisfecho por lo realizado en el Tri Foto Víctor Camacho

Palencia no elude el tema de su diferendo con Javier Aguirre, entonces seleccionador nacional durante el Mundial de Corea del Sur-Japón, pero dijo que hoy se encuentra tranquilo.

Estoy contento con lo que he hecho y siempre estuve al ciento por ciento para aportar. Si no me utilizaban, pues ni modo. Es lógico que uno siempre quiere jugar y en ese momento hasta te molestas, pero de la selección me voy bastante en paz, insistió.

En la reciente eliminatoria el ariete tuvo oportunidad de limar asperezas con el Vasco Aguirre, quien lo volvió a llamar, y ayer recordó lo que entonces dijo: No voy a desenterrar el pasado, hay que dejarlo ahí. Ya se platicó con Javier y quedó todo claro. No tengo ningún problema con él ni él conmigo.

Haber sido parte de la generación de jugadores como Claudio Suárez, Jared Borgetti y Cuauhtémoc Blanco fue bueno –dijo– “logramos cosas interesantes y alguno de los campeonatos, si no es que el único reconocido por la FIFA, es el de la Confederaciones.