Tejupilco, estado de México, 10 de abril. Andrés Manuel López Obrador aseguró que tras la cancelación de la pretendida alianza con el PAN en el estado de México, se abre la vía de la reconciliación en el PRD y al triunfo de Alejandro Encinas como candidato a la gubernatura de esta entidad.

Se impuso la realidad, dijo en referencia a que el único camino para las contiendas venideras es la unión de fuerzas progresistas (PRD, PT y Convergencia), porque un pacto con la derecha sólo traería fracaso.

–¿La izquierda va unida a 2012?

–Vamos juntos, hay unidad. Los que querían vernos divididos se quedaron con las ganas.

–¿Habrá reconciliación en el PRD?

–En el PRD hay reconciliación, porque abajo los militantes están unidos. La diferencia es arriba, porque la dirección se pierde y no va por el camino que se pensó en el origen de este partido.

López Obrador tiene la certeza de que el fin de la pretendida unión con Acción Nacional es un hecho bueno no sólo para el pueblo, sino para la nación, y no exagero, dijo. En su opinión, tal coalición representaba un grave riesgo porque la población se confundiría, es decir, le harían creer que el PRI y el PAN son diferentes, cuando en realidad, reiteró, es la misma mafia del poder. Dijo que la división del sol azteca es entre los dirigentes, que se han alejado del rumbo original de este partido, pero no así entre la militancia.

López Obrador comentó lo anterior horas después del Consejo Nacional perredista en el que se dio por concluido el capítulo de un posible pacto electoral con el blanquiazul.

Quienes promovieron esta vía, incluso desde la dirigencia nacional –encabezada entonces por Jesús Ortega– y un bloque en el estado de México, fundamentalmente la corriente interna Alternativa Democrática Nacional, insisten en que sólo con esa alianza era posible ganarle la gubernatura al PRI.

En opinión contraria, el ex candidato presidencial afirma que con la decisión de la mayoría de los consejeros se promueve la unidad, no sólo para la elección del estado de México, sino rumbo a 2012.

Hizo un reconocimiento a Encinas, quien, con una actitud digna y honesta, ayudó al fracaso de ese pacto con el panismo, al rechazar la propuesta de Los Pinos para que fuera candidato de la pretendida coalición, hoy desechada. Tengo las pruebas y las voy a dar a conocer cuando sea el momento oportuno, dijo.

Confió en que con la coalición PRD-PT-Convergencia la candidatura de Alejandro Encinas obtenga el triunfo: Tenemos un buen candidato y los ciudadanos están conscientes de que en esta entidad hay mucha corrupción y un gobernador mediocre y ladrón, inflado por los medios de comunicación.

Vamos a ganar en el estado de México con esa unidad, insistió. Se va a ganar la gubernatura.

Este domingo, a su paso por los municipios sureños de Tejupilco, Valle de Bravo y –por la tarde– Tenancingo, López Obrador celebró de nueva cuenta que se haya podido truncar el proyecto electoral con el blanquiazul. Destacó datos de recientes hechos y reformas legislativas que, en su opinión, evidencian que el binomio PRI-PAN es una mafia.

El ex jefe de Gobierno capitalino estará de nuevo el jueves en la Cámara de Diputados para manifestar su oposición a la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, con base en la propuesta presentada por el priísmo, pero que resulta una copia de la del PAN, presentada hace un año.

Ayer, Andrés Manuel López Obrador encabezó reuniones informativas en plazas públicas, adonde acuden no sólo militantes de PRD, PT y Convergencia, sino ciudadanos que simpatizan con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Estuvo acompañado, entre otros, por legisladores afines, así como dirigentes locales como Higinio Martínez, del Grupo de Acción Política (antialiancista) en el estado de México.

De seis meses a la fecha –como él mismo refirió– ha recorrido tres veces los municipios del esta entidad. Según el recuento del avance del Morena, ya hay 2 mil comités en todo el país en los que participan miles de ciudadanos –protagonistas del cambio verdadero, como les llama– que se han unido a esta estructura que supone los cimientos de la estrategia para la elección federal del año entrante.