La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a dirigentes sindicales de las empresas mineras privadas de promover un golpe de Estado con las protestas de la semana pasada, en las que usaron explosivos. Ante trabajadores de las cooperativas mineras de la ciudad cochabambina de Mizque, aseguró que las protestas contra su gobierno son parte de una batalla ideológica y permanente. Pese a todo, confirmó su participación en el diálogo iniciado el sábado con los sindicatos del país para analizar un aumento salarial superior a 10 por ciento y otras demandas, pero el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Pedro Montes, anunció el arribo de más mineros a La Paz para intensificar las protestas a partir de este lunes.