Diversos sectores de la comunidad académica y estudiantil de la UACM se manifestaron ofendidos por el desplegado que la rectora, Esther Orozco, publicó el pasado 4 de abril. La molestia ha generado tal encono que esta semana, el Consejo Universitario realizará una sesión en la que analizará la problemática de la institución.

Los señalamientos de Orozco, quien tachó de fraude el proyecto académico y aseguró que los estudiantes tienen deficiente desempeño escolar por el bajo número de titulaciones, causó que varios sectores en la universidad ya hablen de exigir la renuncia de la funcionaria.

En diversas asambleas realizadas en los cinco planteles de la casa de estudios capitalina, profesores, estudiantes y trabajadores administrativos han acordado que se pida la salida de Orozco, demanda que ya ha sido atendida por algunos consejeros universitarios.

Javier Marmolejo, consejero universitario académico por el plantel Centro Histórico, aseveró en entrevista que aun cuando él desea que la rectora renuncie, si mi comunidad me dicta una posición contraria, la acataré, pero si me pide que se demande su salida, así lo haré.

Defenderemos la universidad y su proyecto fundacional; la amamos porque a muchos nos dio la oportunidad, que en otros sitios se nos negó, de desarrollarnos profesional y personalmente, aseguró Ivone Arrazola, estudiante de Comunicación.

Contradijo las afirmaciones de Orozco: “Yo soy uno de esos casos de los que habla la rectora. Pero ella no sabe que soy madre soltera; estoy en proceso de titulación luego de cinco años, pero colaboro para dos revistas, una de ellas llamada Las Genaras (publicación con perspectiva de género reconocida por investigadoras en la temática), participé en el sexto encuentro continental de mujeres indígenas. La universidad me ha dado todo este camino y es algo que Orozco no incluye en su análisis”.

La profesora Aleyda Gaspar tampoco está de acuerdo con la gestión de la actual rectora. Es editora de la revista electrónica Mediorama, la cual tuvo que dejar la web en marzo pasado, luego de 23 números. Aun cuando Orozco prometió que nos daría recursos, no hubo nunca el apoyo. Ni siquiera teníamos una computadora, pero eso sí, nos presentaban como un producto de la UACM.