La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) consignará en breve el expediente en torno a la agresión de la que fue víctima la ex coordinadora de proyectos de servicios generales del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal (DIF-DF), Coral Adriana Marmolejo Albarrán, por lo que solicitará el ejercicio de la acción penal contra Armando Rodríguez Romero, quien hasta febrero fue director de informática de la misma instancia, acusado por la víctima de haberla golpeado en el estacionamiento del centro recreativo y cultural Niños Héroes.

Fuentes cercanas a la investigación informaron que se acreditó la presunta responsabilidad del implicado en las lesiones sufridas por la mujer, consideradas graves, aunque, precisaron, si el juez decide iniciarle proceso, Rodríguez Romero obtendría el beneficio de la fianza por lo que podría seguir el juicio en libertad.

Sin embargo, hasta el momento no se ha podido recabar la declaración del taxista Moisés del Moral López, quien aparentemente es el único testigo de los hechos, pero no se ha presentado ante el Ministerio Público (MP), pese a los citatorios que se le han girado, motivo por el cual se le giró orden de localización.

A mediados de marzo pasado, el subprocurador de averiguaciones previas desconcentradas, Luis Genaro Vázquez Rodríguez, dijo que a seis meses de que se inició la averiguación previa por los hechos ocurridos el 23 de septiembre de 2010 no se había podido determinar la presunta responsabilidad de la agresión física que sufrió Marmolejo Albarrán.

Sin embargo, luego de que se obtuvo el dictamen de clasificación de las lesiones: fractura de nariz, traumatismo craneoencefálico y esquince cervical, las cuales requirieron más de 15 días para sanar, por lo que se consideran graves, el MP determinó que hay suficientes elementos para consignar el expediente, señalaron las fuentes consultadas.

Armando Rodríguez ha negado en todo momento haber agredido a la mujer, aunque reconoció que sí tuvo un forcejeo con la víctima, que provocó que cayera al suelo, versión que fue corroborada por dos supuestos testigos, quienes eran subalternos del ex director de informática, aunque su testimonio fue tomado con reserva puesto, que no presenciaron de manera directa lo sucedido.