Alrededor de 300 policías de Tonalá, Jalisco, y Culiacán, Sinaloa, realizaron marchas y bloqueos en esas ciudades, inconformes con los incrementos salariales que les ofrecieron.

Unos 200 agentes de Culiacán rechazaron el aumento de 10 por ciento al salario anunciado por el alcalde Héctor Melesio Cuén Ojeda. Los uniformados portaron cartulinas que decían queremos salario digno, no migajas, y exigieron 100 por ciento más, por el riesgo que corren.

Jesús Madueña Molina, secretario del ayuntamiento, alegó que el municipio está en crisis financiera y no puede acceder a la demanda de los policías. Cuén Ojeda anunció que el aumento será retroactivo al primero de enero y el seguro de vida aumentará de 400 mil a 600 mil pesos.

Mientras, unos 100 policías de Tonalá bloquearon la avenida Tonaltecas, en el oriente de la zona metropolitana, en demanda de incremento salarial, y pidieron negociar con el alcalde Antonio Mateos Nuño.

Cerca de las 13 horas el edil ofreció un aumento salarial de 800 pesos retroactivo a enero, pero los policías insistieron en que el alza debía ser de 2 mil pesos mensuales (ganan 6 mil) y advirtieron que continuarán con sus protestas.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Sonora solicitó a su homóloga nacional visitar el estado para investigar actos de tortura presuntamente cometidos por policías locales. Señaló que cinco visitadores de la CEDH acudirán al Centro de Readaptación Social número uno.

En San Luis Potosí, la alcaldesa capitalina, Victoria Labastida, informó que la Federación Nacional de Municipios de México interpuso una controversia constitucional contra la formación de una policía única en el estado por considerar que viola la autonomía de los municipios.