En tres años, militares que participan en el combate al narco podrían dejar las calles, dice
Jueves 7 de abril de 2011, p. 7
Cancún QR, 6 de abril. Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, estimó que para 2015 comenzará la disminución sostenida de la violencia generada por los grupos criminales, ya que existen estudios que han detectado que ese proceso tomó en promedio siete años a las autoridades de Colombia y Estados Unidos (Nueva York y Chicago), en tanto que México comenzó a articular sus capacidades en 2007.
Sin embargo, confió en que antes de ese año (2015) se perciba la disminución de la violencia, pues México lleva el tema de manera mucho más ágil y eficiente. Hemos estudiado algunos esquemas internacionales para ver cuál es la perspectiva en este fenómeno: el caso de Nueva York, de Chicago, de Palermo (Italia), incluso de Colombia; la experiencia internacional señala que los primeros 7 u 8 años del proceso es cuando uno enfrenta este fenómeno con toda contundencia
, y en México realmente las capacidades se integraron a partir de 2007, cuando ya teníamos mayor articulación
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Vamos más rápido que otros países
Entrevistado en el contexto de la 28 Conferencia Internacional contra las Drogas, el funcionario dijo a Televisa que en los próximos tres años los efectivos militares que hoy participan en el combate al narcotráfico podrían dejar las calles, y las tareas que realizan los elementos castrenses quedarían en manos de la Policía Federal (PF), aunque advirtió que eso sucederá cuando los estados y municipios tengan policías suficientes y capacitadas
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Dijo que las autoridades mexicanas “van mucho más rápido que Colombia o Nueva York. México ha crecido mucho en capacidades de ejecución, ejemplo de ello es la Policía Federal, donde hace tres años teníamos 10 mil elementos, nada más; teníamos prestados del Ejército casi 12 mil integrantes; hoy tenemos 35 mil elementos propios con capacidades superiores en materia de inteligencia, de operación, de sistemas; jóvenes universitarios que hoy tienen mayor capacidad y alcance en inteligencia operativa.
Aquí la clave es usar capacidades propias, poder combatir el fenómeno a nivel local, porque ello implica el alcance social; los delitos de robo, secuestro y extorsión impactan más a la comunidad; el esquema, y así está previsto por el señor Presidente, prevé que todos los días atendamos el fenómeno de la violencia, y por supuesto la esperanza y la expectativa que tenemos es más corta y no esperaremos a que pasen siete años para que esto suceda; en algunos estados ya hay una tendencia a la baja.
Por otra parte, García Luna dijo que los cuatro capos más peligrosos del país son: Heriberto Lazcano y Miguel Treviño, líderes de Los Zetas, así como Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, del cártel de Sinaloa. Apuntó que en Estados Unidos existen capos tan poderosos como los mexicanos, aunque ese país no lo reconoce por una cuestión estratégica.
Se ha agarrado gente de ese tamaño, sin embargo, en la perspectiva mediática o de comunicación no se plantea así, y considero que tiene ese mismo nivel de operación, porque el dinero que se recauda de esa distribución (de droga) es el que mantiene toda la maquinaria de producción, el trasiego y el consumo.
Durante la conferencia García Luna ofreció una ponencia titulada Amenaza mundial de las drogas, en la cual señaló que en el mundo existen alrededor de 284 millones de consumidores de estupefacientes, principalmente mariguana, cocaína, heroína y drogas sintéticas.
Mencionó que uno de los retos de las naciones que combaten el crimen organizado reside en la recuperación de la base social, por ello la necesidad de ampliar la visión del combate en dos vertientes: la primera, mantener una ofensiva en el desmantelamiento de las organizaciones y combatir su esquema financiero; la segunda combatir los delitos aparentemente menores, que hoy son la principal fuente de financiamiento del crimen.
Ante representantes de más de cien naciones, el funcionario indicó: combatir sistemática y eficazmente el crimen organizado exige corresponsabilidad entre las naciones; para México, es necesario consolidar una agenda de colaboración internacional para combatir las tres fases del narcotráfico: producción, trasiego y consumo de drogas.