El poeta Javier Sicilia acudió a la residencia oficial de Los Pinos, convocado por el presidente Felipe Calderón, donde conoció pormenores en los avances de la investigación sobre la ejecución de su hijo Juan Francisco y otras seis personas.

Entrevistado telefónicamente al término de la reunión, el abogado Julio Hernández Barros, cuñado del escritor, ofreció dos visiones del encuentro, en el cual estuvo presente.

En primera instancia sostuvo: no nos dio avances que no conociéramos, pero nos habló de que tienen nombres y apellidos. Sin embargo, posteriormente, tras señalar que les mostraron las pruebas científicas que se utilizaron (en la investigación), los peritajes, la recolección de muestras en el lugar, el peritaje en materia de dactiloscopia, manifestó: desde luego que hay avances, nombres y apellidos, datos para localizar a los responsables.

En el encuentro –que duró más de dos horas– Sicilia planteó su inconformidad sobre la estrategia oficial en el combate al crimen organizado y la incompetencia de las corporaciones policiacas para garantizar la seguridad en el país y detener la escalada de violencia.

Acompañado del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora; el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República, Jorge Alberto Lara Rivera, y el secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, el Presidente escuchó los planteamientos de manera respetuosa y se mostró preocupado no sólo por el homicidio en Morelos, sino por la violencia en el país, aseguró Hernández Barros. Al encuentro también asistió Pietro Ameglio, amigo de la familia Sicilia.

–¿Se les informó si policías o militares fueron los responsables?

–Ese dato especial no lo dieron, pero sí otros de identificación de estas personas que, para no entorpecer las investigaciones, queremos guardar.

Entrevistado vía telefónica sobre la reunión, sostuvo que la familia está insatisfecha, y lo estará hasta en tanto no sólo se detenga a los responsables del multihomicidio, sino que se les sentencie con la pena máxima.

Dijo que no van a permitir que exista nuevamente impunidad, por lo que presionarán dentro de los marcos legales para que se esclarezca el crimen.

–¿Se les informaron avances en las investigaciones?

–Desde luego hay avances, nombres y apellidos, datos para seguir su localización, pero no hay conclusiones. Hay líneas de investigación, pero la duda que tengo es que la averiguación no es contundente sobre cuál es el móvil de todo esto. No me queda duda de que son víctimas inocentes del delito, muchachos de bien.

Los exámenes toxicológicos que se les hicieron a él y a sus amigos dieron negativo a todo tipo de sustancias, incluyendo el alcohol. La duda persiste y no me fue revelado cuál fue el móvil.

Precisó que les presentaron informes de las pruebas científicas, los peritajes, la recolección de muestras en el lugar de los hechos, el peritaje en materia de dactiloscopia, criminalística.

–¿Hubo algún compromiso presidencial?

–El Presidente no hizo un compromiso determinado en este caso, sino poner a disposición de las autoridades federales para la búsqueda, la localización y presentación de los responsables. Nos reiteró no sólo la labor de coadyuvancia del gobierno federal, sino incluso de vigilancia de la legalidad de las investigaciones que está haciendo el gobierno de Morelos.

El abogado dijo que durante las dos horas del encuentro Calderón no se refirió expresamente a las movilizaciones contra la violencia que se realizaron, aunque comulgó con aspectos de la resistencia civil.

Fue una reunión de carácter informativo, en la que Calderón tampoco se refirió a la propuesta de que exista un pacto de civilidad con los narcotraficantes, y precisó que esta propuesta se circunscribe a que haya reglas elementales de honor, como en una guerra, no representa pactar con los delincuentes más allá, dijo el abogado, quien dejó entrever que habrá un próximo encuentro.

Por otra parte, dijo que la Procuraduría General de Justicia del Estado solicitó y obtuvo órdenes de aprehensión contra los presuntos asesinos materiales, pero hasta el momento ninguno ha sido detenido.

Señaló: no podemos descartar que haya funcionarios públicos involucrados.

En tanto, en entrevista radiofónica, Hernández Barros reveló: fueron siete cadáveres los que se encontraron (el pasado 27 de marzo) en un automóvil abandonado. Se trata de cuatro amigos de la infancia, entre ellos mi sobrino Juan Francisco Sicilia, quien llegó al punto de reunión con sus amigos después de las 21 horas de aquel sábado.

Sobre los otros tres cadáveres encontrados en ese automóvil, apuntó: uno de ellos, un ex militar, era tío de uno de los cuatro jóvenes. Otro cuerpo corresponde a una mujer, y el otro a un adulto, quienes eran amigos del familiar de uno de los cuatro jóvenes. Lo que tenemos claro es que el homicidio de estas siete personas no ocurrió en el lugar en que estuvieron reunidos.

Añadió: por ahora está demostrado que los asesinos no utilizaron armas de fuego. Los resultados de la necropsia revelan que todos murieron de asfixia por sofocación.

El abogado refirió que las víctimas pudieron verse inmersas en un percance con otro automóvil, de donde presuntamente bajaron los asesinos. Eso está por ser esclarecido.

Sobre el mensaje dejado en el vehículo donde fueron hallados los siete cuerpos (tenía las siglas CDG y advertía que quienes se convirtieran en delatores de funcionarios vinculados con el narcotráfico terminarían muertos), Hernández Barros refirió que seguramente se trató de un mensaje intencionado, que colocaron los asesinos de mi sobrino para simular culpas, para hacer creer que eso había sido un asunto de venganza entre miembros de la delincuencia organizada.

Con información de Alfredo Méndez