Darwin Quintero, atacante del Santos Laguna, pasó –para los cruzazulinos– de acusador a sospechoso. Javier Chuletita Orozco deslizó: A lo mejor quiso justificar su expulsión y por ello habría dicho que el defensa cementero Rogelio Chávez lo llamó simio de mierda.

En medio de esa polémica, los Cementeros quedaron concentrados con ánimo de hacer a un lado el espinoso tema y de enfocarse en el crucial partido del miércoles, en el estadio Azul, frente al Monterrey, en el que deberán dar la voltereta al adverso 1-2 para conseguir el boleto a la final de la Liga de Campeones de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol.

Después de varios fracasos tanto en la liga como en el certamen regional que otorga una plaza al Mundial de Clubes, Chuletita admitió que los Cementeros tienen esta vez el deber de cristalizar el sueño. Es una obligación, es un torneo en el que nos hemos quedado a un paso. La vez anterior (contra Pachuca) estuvimos a 40 segundos de pasar y esperamos que este intento sea el bueno.

Ganar es la única alternativa, pero convenciendo a la gente y a nosotros mismos de que estamos preparados para cosas grandes. Tenemos que darlo todo y sudar la camiseta, dijo Orozco, quien advirtió que dos cosas serán básicas: estar concentrados y tener la pelota. Agregó que La Pandilla es fuerte en todas las líneas, tiene un gran entrenador y será un partido interesante e intenso, vaticinó.

Al término de la práctica que encabezó el técnico Enrique Meza en las instalaciones de La Noria, Alejandro Castro también se presentó ante la prensa. El zaguero reconoció que Monterrey es un rival complicado, pero tenemos capacidad y ganas de sacar esto adelante, será un partido difícil, como el de ida y el del sábado, pero confiamos en nuestro trabajo.

Igual que Orozco, Castro admitió que tienen el compromiso de entregar buenas cuentas, pues ya perdimos dos finales y no es nada agradable quedarse con las manos vacías. Para Cruz Azul siempre es una obligación pelear el título, recalcó.

Tanto Orozco como Castro defendieron a Rogelio Chávez. Yo estuve cerca y no oí nada, en ningún momento escuché decir nada a Rogelio, enfatizó Chuletita, quien explicó que en realidad todos son amigos, pero al calor del juego y la rivalidad se dicen muchas cosas, es la calentura; sin embargo, son cosas diferentes, no sobre racismo... Y todo debe quedar ahí (en la cancha)... Conozco a Rogelio y siento que no es así, explicó.

Castro estimó que la acusación de Quintero es grave, pues las actitudes racistas han sido muy sancionadas en otros países y hay que poner mucha atención, recomendó.

En tanto, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) informó que comenzó una investigación sobre el incidente ocurrido durante el partido Santos-Cruz Azul y envió un citatorio al jugador Chávez. Determinamos iniciar una investigación de oficio para tener todos los elementos, explicó el citado órgano.