Luis Gerrero se prepara para enfrentar el mayor reto de su carrera: el ultramaratón Sakura Michi de Japón, el cual considera “la Fórmula Uno” en las carreras de largas distancias, y que espera terminar con el honor que impone la prueba, a disputarse el 16 de abril.

La competencia –una ruta de 250 kilómetros a cubrir de un solo golpe marcada con árboles de cerezos entre las ciudades de Nagoya y Kanazawa– sólo admite cada año a 100 nipones y 26 extranjeros. Estos últimos son elegidos por un comité que valora la calidad de los aspirantes, quienes deben ser recomendados por algún otro atleta.

“Hay dos carreras, las máximas a las que puede aspirar un ultramaratonista: el Espartathlon, que ya lo hice el año pasado, y el Sakura Michi. Sumo cinco competencias en el desierto del Sahara, carreras de 160 kilómetros en Estados Unidos sin parar y tengo el récord nacional de 160 km.

Pero todo eso no es nada. Esa (la de Japón) ya es otra cosa, es un reto más difícil, señaló Guerrero.

Durante su segunda participación en el Espartathlon –246 kilómetros sin descanso entre Atenas y Sparta–se abrió la posibilidad de llegar al Sakura Michi.

En aquella carrera griega, la que en 2009 dejó a la mitad y terminó en recuperación en un hospital, en la edición de 2010 cruzó la meta en el puesto 118 de 128 corredores que terminaron.

El atleta en el Espartathlon, antesala del reto japonésFoto Luis Guerrero

Hace dos años, recuerda, creí que era una carrera, no fácil, pero que con mi experiencia no me iba a costar trabajo y me equivoqué totalmente. Hasta 2010 me dediqué el año entero a entrenar para el Espartathlon y lo pude acabar pero en el límite de tiempo.

El atleta cubrió la distancia en 35 horas con 28 minutos, cuando el mínimo oficial era de 36.

Más allá de haber cruzado la meta, durante la carrera griega conoció a un competidor coreano que lo recomendaría con los organizadores de la justa en Japón, país que ostenta la mayor cantidad de ultramaratonistas.

Guerrero, quien ha destacado en diversas competencias de alto nivel, entre ellas las 100 millas del Himalaya, en 2000, hasta las estadunidenses en Leadville y Huntsville, en los años recientes, comenta que en ese nivel se ubica entre los 10 mejores del mundo.

Pero ésta (Sakura Michi) es otra cosa, es lo más duro. Nunca imaginé que fuera así, porque, como en el Espartathlon, no puedes parar a caminar. Es muy pesado, señaló.