Para responder a los desafíos de la sociedad del conocimiento, a su necesidad de actualización y renovación continuas, y para mantenerla en los entornos nacional e internacional como una institución de educación superior de vanguardia en plena evolución, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, envió al Consejo Universitario (CU) una propuesta de reforma para la casa de estudios.

El proyecto se funda en los valores esenciales de la universidad: su carácter nacional, autónomo, público, gratuito, plural y comprometido en términos sociales. La iniciativa respeta también la importancia del pase reglamentado del bachillerato a la licenciatura.

La propuesta, que se entregó en diciembre al CU –máximo órgano de decisión de la UNAM–, se discute y analiza en las comisiones unidas de Trabajo Académico y Legislación, las cuales presentarán este jueves –durante la primera sesión del año del consejo– un informe con los avances del proyecto.

La intención de la iniciativa es fortalecer las áreas de gobierno y académica, así como la gestión universitaria. Cabe destacar que no proyecta modificaciones a su Ley Orgánica, evitando con ello que la universidad se sujete a intereses partidistas, ya que esa normativa tendría que ser reformada por el Congreso de la Unión.

Fortalecer, no limitar

De acuerdo con la exposición de motivos, las modificaciones no pretenden restringir ni limitar, sino renovar y fortalecer la presencia institucional de la UNAM e incrementar la pertinencia social de sus altas responsabilidades educativas. También se aspira a lograr mayor eficiencia y transparencia de sus procesos de gestión y administración; robustecer el marco institucional, en que se inscriben sus tareas de docencia, investigación y difusión de la cultura, así como revisar y adecuar el marco jurídico que permita su fortalecimiento.

Una de las principales apuestas de la iniciativa de Narro es la ampliación del CU para dar mayor representación a alumnos, profesores e investigadores.

Actualmente ese órgano se compone de 228 consejeros universitarios: 54 ex oficio (el rector, seis directores de escuelas, 18 de facultades y 29 de institutos), 60 alumnos (30 titulares y 30 suplentes), 58 investigadores (29 titulares y el mismo número de suplentes), 56 profesores (28 y 28, respectivamente) de escuelas, facultades y centros de extensión, y dos trabajadores administrativos. En estos casos sólo los consejeros titulares tienen derecho a voto.

Otra de las iniciativas de Narro es que el inglés sea obligatorio en el bachillerato, debido a que en ocasiones, por carecer del dominio de esa lengua, los egresados de escuelas públicas pierden becas para estudiar en el extranjero.

Para favorecer la internacionalización y movilidad estudiantil, el proyecto de reforma propone flexibilizar los planes de estudio de todas las licenciaturas para que si un alumno desea cursar un semestre en una universidad del extranjero, le sea revalidado por la UNAM.

También se plantea la creación de licenciaturas y posgrados que se impartan de manera conjunta en varias facultades o instituciones de educación superior, y que en algunas áreas del conocimiento (salud, odontología, medicina, contaduría y otras) se pueda cursar de manera simultánea licenciatura y posgrado; la intención es reducir el tiempo que los alumnos invierten para terminar un doctorado y se incorporen más jóvenes al mercado laboral o a la investigación.

Asimismo, propone inaugurar la participación de profesores extraordinarios extranjeros, que impartirían cátedra o cursos específicos por periodos determinados en la máxima casa de estudios.

Impulsar el mejor funcionamiento y aprovechamiento del servicio social es otro de los puntos. El objetivo es que esta actividad realmente beneficie a la comunidad, como sucede actualmente con los jóvenes de medicina y odontología que realizan labor social en comunidades o instituciones públicas.

Otros planteamientos son: hacer obligatorio que cada facultad cuente con un programa de internacionalización e intercambio académico, y que en algunas carreras existan las horas invertidas en actividades extracurriculares y culturales, las cuales deberán certificarse.

En el rubro de gestión universitaria, el proyecto de reformaplantea actualizar el reglamento del Patronato Universi- tario, detallando las atribuciones, estructura y procedimiento de selección de los patronos. También, crear un nuevo reglamento de ingresos extraordinarios, entre otros.