Elaborar propuestas y tejer acuerdos entre organizaciones y comunidades ante la despiadada destrucción de los recursos naturales del país y la afectación al ambiente y a la cultura de las comunidades campesinas e indígenas del país es la finalidad del primer Foro nacional por la regeneración socioambiental, que se realizará este lunes en Cuetzalan, Puebla, convocado por la Unión de Cooperativas Tosepan, el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Ante la afectación al medio ambiente y a la cultura de las comunidades indígenas que provoca la voracidad del capital, en abierto o velado contubernio con los políticos neoliberales, decenas de organizaciones, comunidades y redes ambientales se reunirán lunes y martes para buscar metas y construir alternativas para la solución de los problemas socioambientales.

La convocatoria precisa que con estas propuestas se establecerá un diálogo constructivo con Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena.

También se buscará formular demandas y acciones derivadas del análisis colectivo que den cuerpo y acción a los movimientos locales y regionales, para construir una política ambiental alternativa, que salve al país del desastre en el que se encuentra y que contribuya a la construcción de un poder social, comunitario y ciudadano.

Los temas que se abordarán en las mesas son, entre otros, agua, turismo, maíz, ciudadanos e industria, cambio climático, bosques y selvas, soberanía alimentaria y salud ambiental.

En el otorgamiento de permisos para siembras de semillas genéticamente modificadas no podemos ir más rápido de lo que la ley (de Bioseguridad) nos permite, aseguró Octavio Carranza de Mendoza, director general de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), quien estimó que en el caso del maíz amarillo transgénico las primeras siembras comerciales podrían ocurrir en un lapso de tres a cinco años más.

Con base en ello descartó que en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), instancia de la cual depende el Senasica, haya mala fe o interés por dar largas al otorgamiento de los consentimientos, como acusó la Red de Asociaciones Agrícolas del Norte de México, la cual apremió a la liberación de permisos para siembras piloto de maíz amarillo transgénico, para pasar pronto a los cultivos comerciales.

En entrevista con La Jornada, precisó que aunque muchos quisieran que corriéramos y otros que no avancemos, la liberación de las autorizaciones depende de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, la cual establece que para el proceso de autorización debe ser consultada la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La ley nos obliga a ir juntos con la Semarnat. Si bien el Senasica es la ventanilla que comienza el proceso, en el intermedio tenemos que hacer una consulta a la Semanart y ésta tiene que emitir un dictamen en el que dice dónde sembrar.

Explicó que no deben hacerse comparaciones con autorizaciones dadas en Brasil y Estados Unidos, pues México es centro de origen del grano y cuenta con 62 razas.

Señaló que no se rechazan las nuevas tecnologías, pues ha habido avances en algodón, soya y trigo transgénicos, organismos genéticamente modificados (OGM). En algodón tenemos experiencia de 15 años y siembras de 192 mil hectáreas; estamos a un paso de emitir permisos comerciales. Hemos avanzado en la soya, que se está sembrando para consumo animal, y en la investigación en trigo estamos en fase experimental, pero, advirtió, en maíz somos nuevos: de 2009 para acá, por eso hay que dar pasos firmes que no nos hagan retroceder.