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Los de Abajo

¡Salvemos Wirikuta!

A

l oriente de México, en San Luis Potosí, dentro del municipio Real de Catorce, está Wirikuta, uno de los sitios sagrados principales del pueblo wixárika, conocido en español como hucihol. Allí nace el Dios Sol y descansa el hermano mayor, el venado.

Lugar de incalculable riqueza cultural, espiritual y natural; situado en la planicie y la sierra de Catorce, Wirikuta es parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales. En 1999 fue declarado por la Unesco uno de los 14 sitios naturales sagrados del mundo que deben ser protegidos.

Wirikuta es reserva ecológica, área natural protegida y sujeta a conservación ecológica. Está en trámite su reconocimiento como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. Pero no hay status válido para el gobierno de México, que se ha burlado de todo, aun del derecho de los pueblos indígenas a ser consultados sobre su territorio, y ha dado 22 concesiones mineras a la firma canadiense First Majestic Silver para la explotación de plata.

A Wirikuta va el pueblo wixárika para recolectar el jícuri (peyote). Cada año, desde tiempos inmemoriales, acuden en peregrinación los huicholes, recreando la larga ruta que recorrieron sus antepasados durante la formación del mundo, hasta donde nació el Sol, en el semidesierto de Real de Catorce. Allí descansan los antepasados y los ojos de agua, también sagrados para los huicholes.

Las 22 concesiones para explotar la plata están en este suelo de 140 mil 212 hectáreas. La devastación y contaminación que traerá la minería es incalculable. Se trata de la destrucción de una cultura, un pueblo, una parte imprescindible de la humanidad.

El daño de las concesiones, dice Santos de la Cruz Carrillo, presidente del comisariado autónomo de bienes comunales de Bancos de San Hipólito, municipio de Mezquital, Durango, sería irreversible para 16 centros de población, pertenecientes a seis ejidos de la zona, así como numerosas localidades del Bajío que sufrirían los efectos negativos sobre las fuentes de agua (desecamiento y contaminación), como El Mastranto, San José de Milpitas, Estación Catorce, Santa Cruz de Carretas, Los Catorce, Las Relaciones, El Barranco, El Garabato, entre otras, sumando aproximadamente 3 mil 500 personas afectadas de manera directa.

El pueblo wirikuta no se ha cruzado de brazos. Las comunidades de Jalisco, Durango y Nayarit se reúnen cada dos meses para definir los pasos a seguir para la defensa del territorio, además de haber formado el Frente Tamatsima Wahaa, desde el que se organiza una campaña internacional. ¡Salvemos Wirikuta!