El jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, aclaró que no decidirá qué se hace en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), a propósito de la renovación de su dirigencia nacional, pero sí tengo que contribuir para que no se dé un conflicto mayor, porque eso sería muy mala noticia para todos los que queremos que la izquierda en México gane posiciones, gane terreno y pueda presentarse en 2012 en condiciones competitivas.

Cuestionado sobre la posibilidad de que se ampliara la presidencia de Jesús Ortega Martínez por la falta de acuerdos, respondió que en este momento todas (las opciones) están abiertas, pero esto no concluirá hasta el día de mañana (hoy viernes), ya muy tarde en la noche.

El pronóstico del jefe de Gobierno capitalino contrasta, sin embargo, con la posición que otras expresiones perredistas han asumido, pues al continuar las negociaciones entre algunas de ellas, se advirtió –principalmente en Nueva Izquierda y Alternativa Democrática Nacional– sobre el riesgo de que el cambio de dirección se dé hasta el domingo, en tanto avanzan los acuerdos, mientras crece la oposición a que Armando Ríos Piter pueda ser el próximo presidente nacional perredista.

Ebrard Casaubon reiteró que mantiene el cabildeo con los líderes de todos los grupos del PRD para llegar a un acuerdo –hoy se entrevistará con el llamado grupo de los ocho, mantiene contacto con los de Nueva Izquierda y se prevé que se reúna con Jesús Zambrano, el candidato de la expresión más fuerte en el partido–.

Estamos trabajando y espero que podamos encontrar una solución para que tengamos cohesión, unidad y se haga lo que nos está pidiendo la gente, indicó el jefe de Gobierno capitalino.

Todos tienen que poner por encima de sus objetivos personales o de grupo los del partido pues, puntualizó, se quiera o no hoy en día el PRD es el instrumento principal de la izquierda en México.

Es el partido más importante de la izquierda, ha costado muchísimo trabajo formarlo, fortalecerlo y tenemos que defenderlo.

Respecto al proceso interno, Jesús Ortega confió que no haya ruptura, como algunos advierten. Todo lo hacen dramático algunos compañeros, todo lo convierten en una tragedia griega. La verdad es que estamos en un proceso de renovación, sucesorio, que se va a resolver o por acuerdo o por mayoría. No tienen por qué convertir cada votación en una tragedia en donde se desgarran vestiduras. No rechazó que sean presiones para acceder a cargos, por lo que recomendó serenidad.