La situación sigue siendo muy seria, pero no ha habido agravación de la radiactividad: AIEA
Viernes 18 de marzo de 2011, p. 27
Tokio, 17 de marzo. Las fuerzas armadas japonesas arrojaron hoy unas 30 toneladas de agua sobre uno de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima, fuera de control desde hace seis días, en un desesperado intento por enfriar el núcleo que alberga el combustible atómico, altamente radiactivo.
Esta labor fue complementada por un cuerpo policial que utilizó cañones de agua para lograr el mismo objetivo, pero ambas labores fueron suspendidas cuando técnicos nucleares comprobaron que el nivel de radiactividad continuaba alto, particularmente en la zona que rodea la planta de generación eléctrica devastada por el sismo y el tsunami que golpeó la costa noreste de Japón el 11 de marzo.
En su reporte diario sobre la situación en Fukushima, un especialista de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Graham Andrew, afirmó que la situación sigue siendo muy seria, pero no ha habido una agravación significativa
, por lo que estamos autorizados para decir que respecto al miércoles es razonablemente estable
.
Horas antes, helicópteros militares lanzaron toneladas de aguas sobre el reactor 3. Por primera vez en esta carrera contrarreloj, un cuerpo policial japonés intervino en las labores de enfriamiento de los reactores con camiones dotados de cañones de agua.
Cada uno de los helicópteros destacados en la misión tiene capacidad para lanzar 7.5 toneladas de agua, según la televisora japonesa NHK. El objetivo es complicado si se considera que la radiación sobre el reactor es 40 veces superior que en tierra firme, y a causa de ello los helicópteros no pueden sobrevolar en círculos la planta sino que deben transitar en línea recta y soltar su carga encima del edificio.
En 20 minutos, los helicópteros hicieron cuatro lanzamientos de agua sobre el inmueble que alberga el reactor 3, cuyo tejado quedó destrozado por una explosión. Durante la misión, los pilotos descubrieron que en la piscina de refrigeración del edificio queda aún menos agua que en el vecino reactor 4.
Según expertos, que los niveles de radiactividad no hayan disminuido con la operación de enfriamiento del reactor 3 no significa que la misión haya fracasado, ya que la evaporación de agua de la vasija podría provocar que partículas radiactivas adicionales queden arremolinadas en las inmediaciones.
Lo más importante es volcar grandes cantidades de agua sobre las edificaciones 3 y 4, sobre todo para llenar las piscinas de refrigeración
, informó el portavoz de la agencia japonesa para la seguridad atómica, Hidehiko Nishiyama.
Medio centenar de trabajadores japoneses de la industria atómica trabajan en la planta para restablecer el control de los circuitos de enfriamiento de los edificios 1 y 2, activados con sistemas eléctricos.
Los trabajos de enfriamiento de los reactores 5 y 6 aún no han comenzado, pero según el portavoz gubernamental Yukio Edano todavía queda algo de tiempo
hasta que la situación sea peligrosa.
Según la AIEA, desde el pasado viernes resultaron heridos 46 trabajadores de la central de Fukushima por el terremoto, las explosiones y la elevada radiactividad.
La situación de los desalojados también empeora. En la prefectura de Fukushima cada vez son más las personas que abandonan sus hogares en busca de lugar seguro: NHK informó que otras 28 mil personas huyeron de la zona. En la región dañada, muchos refugios están desbordados y continúa la escasez de combustible y alimentos. Para la ciudad de Tokio, el gobierno advirtió además un posible colapso del abastecimiento eléctrico.