Los contratos otorgados de manera directa a empresas que organizaron los festejos por el bicentenario del inicio de la Independencia eludieron las disposiciones de la Ley de Adquisiciones y de Obra Pública, definió la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En la primera reunión de revisión del informe de la Cuenta Pública 2009, los auditores revelaron que en la organización de los festejos se cometieron irregularidades que aún están en revisión.

El titular de la ASF, Juan Manuel Portal, informó que como aún no se concluye la investigación sobre el desvío de recursos del fideicomiso constituido para manejar los recursos, se solicitarán más promociones de responsabilidades a los funcionarios involucrados. Lo único que espero es que no sean resueltas sólo para su archivo, declaró.

También, el auditor Javier Pérez Saavedra explicó que para la ceremonia del 15 de septiembre se otorgaron contratos por 600 millones de pesos de manera directa, con el argumento –presentado por la Secretaría de Educación Pública– de que no se convocó a una licitación abierta por tratarse de la compra de una obra de arte.

En esencia, nuestro informe concluye que no se pudieron garantizar las mejores condiciones en cuanto calidad, precio y el financiamiento de todos los costos inherentes a los festejos. Hubo muchísimas desviaciones, que están plasmadas en el reporte, expuso.

A pregunta expresa sobre las irregularidades cometidas por la agencia de turismo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Turissste), Pérez Saavedra confirmó que de ninguna manera tenía los medios para prestar los servicios que se le asignaron, y se le utilizó como instrumento de subcontratación.