Soldados vestidos de civil y policías federales tuvieron ayer un conato de riña en el municipio de Tecámac, estado de México, en el cual intercambiaron improperios, aun cuando terminó sin mayores contratiempos.

Sin embargo, el incidente generó versiones encontradas entre agentes y fuentes militares.

Mientras los policías se quejaron de que los soldados actuaron de manera prepotente, fuentes castrenses aseguraron que se trató de un malentendido originado debido a que los primeros no mostraron a los militares sus identificaciones, sino sólo fotocopias de éstas.

Oficialmente, hasta el cierre de la edición, ninguna de las dependencias a las que pertenecen ambos grupos –la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Federal (PF)– había emitido una versión oficial de lo ocurrido.

Fuentes militares señalaron que los hechos surgieron después de que los policías federales detuvieron por sospechosos a los militares, quienes viajaban a bordo de un auto particular, y rechazaron que entre los tripulantes del vehículo fuera a bordo un general del Ejército.

Añadieron que los policías marcaron el alto a los soldados, quienes descendieron del vehículo y se identificaron; pero los agentes no acreditaron pertenecer a la PF, ya que sólo portaban copias fotostáticas de sus documentos, lo que provocó tensión entre ambos grupos.

Los soldados pidieron apoyo a la 37 Zona Militar, donde se encuentra la Base Aérea número Uno de Santa Lucía. Llegaron al lugar elementos del Ejército y, de mutuo acuerdo, aseguraron los informantes, decidieron irse todos a la base castrense para corroborar la identidad de los policías.

Indicaron que cada grupo se fue en su vehículo, y apuntaron que la reacción de los soldados no fue exagerada, sino que responde a medidas normales de seguridad que deben adoptar las fuerzas federales en prevención de algún ataque de la delincuencia organizada.

Ya en las instalaciones castrenses se corroboró la identidad de los policías federales y tanto éstos como los soldados, que habían salido de la ciudad de México, tomaron su rumbo, sin que se registraran mayores incidentes.

En cambio, fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal indicaron a este diario que dos elementos de la PF arrestaron la tarde de ayer a un hombre de unos 50 años de edad que se identificó como general del Ejército, quien de inmediato pidió refuerzos de la 37 zona militar, que llegaron al lugar en unos 12 minutos.

Los policías, que circulaban en la autopista México-Pachuca, señalaron que vieron una camioneta sospechosa, por lo cual procedieron a una revisión.

El conductor se identificó como general del Ejército y dijo que estaba adscrito a la base aérea de Santa Lucía. El vehículo circulaba con unas placas reportadas como robadas, indicaron los funcionarios federales. Añadieron que como los agentes no quisieran dejar ir al militar, éste pidió refuerzos por la frecuencia de radio privada.

Al lugar llegaron elementos castrenses a bordo de dos camionetas y llevaron a los federales a la base de Santa Lucía, de donde fueron liberados horas más tarde.