Agresiones físicas y sicológicas contra niños y acoso sexual a madres, entre ellos
Gobierno del estado, procuraduría de justicia, Derechos Humanos y Secretaría de Educación estatal no paran los atropellos
Excesos, cometidos y ordenados por el maestro Porfirio González
Martes 15 de marzo de 2011, p. 41
Nadie les hace caso. Madres de la escuela Primero de Mayo, ubicada en Irapuato, Guanajuato, ya tocaron a las puertas del gobierno estatal, a cargo del panista Juan Manuel Oliva, levantaron denuncias penales ante la procuraduría de la entidad, recurrieron ante Derechos Humanos y ante la Secretaría de Educación local, y el ex director de dicha primaria, Porfirio González Gaucín, quien las acosó sexualmente y manda agredir sicológica y físicamente a sus hijos, continúa sin castigo.
Aunque la Coordinadora Estatal de Atención a Víctimas del Delito, en funciones de directora de Averiguaciones Previas Laura Edith Ortega Pérez, encontró que efectivamente
González Gaucín realizaba comentarios obscenos de tipo sexual, los cuales atentan contra la libertad sexual de las denunciantes
, resolvió el no ejercicio de la acción penal
, porque dicha infracción no estaba tipificada en el Código Penal de Guanajuato en el momento en que ocurrieron los hechos.
El acusado está libre y la Secretaría de Educación local (SEG) lo premió
, ya que gana su salario de director y está comisionado en la supervisión escolar 099
, expresan docentes del plantel.
La Jornada se comunicó a la oficina del titular de la SEG, Alberto Diosdado, para solicitarle que fijara su posición sobre el caso. Sin embargo, se informó que el funcionario tenía reuniones y era muy difícil
obtener una respuesta para hoy (ayer)
.
González Gaucín es parte de un sistema de complicidades, bajo la protección de la sección 13 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y del diputado plurinominal por el Partido Nueva Alianza Héctor Astudillo, quien ejerce el control real
de la educación en el estado, sostiene el profesor Rodolfo Pozo, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Bajo ese manto de impunidad, desde el supervisor de la zona, José Luis Rea, hasta profesores del plantel, se encargan de cumplir la venganza de González Gaucín contra los hijos de las madres afectadas.
Insultos –locos
, retrasados motrices
y animales
– y amenazas de ser reprobados, así como agresiones físicas, son parte de los embates contra los niños.
Angustiada porque ya recurrió ante todas las instancias, María Virginia Martínez Navarro, madre de tres alumnos de dicha escuela, expresa: No hay quien resuelva nada. La única solución fue despedir al profesor José del Pilar Ayala Gutiérrez
, quien denunció, junto con la maestra Antonia Carrillo, las irregularidades. A consecuencia de sus protestas, Ayala Gutiérrez ha recibido amenazas de muerte y la advertencia del coordinador de asesores de la Secretaría de Gobierno, Héctor García Cerrillo: Sígale y se va a arrepentir
.
María Virginia Martínez narra que, en su caso, Porfirio González comenzó a cobrar venganza contra sus hijos porque pidió cuentas transparentes en el periodo que formó parte de la mesa directiva. Él hizo que una maestra reprobara a mi niña en primero de primaria y la propia docente me lo confesó llorando.
A su hijo, que cursa el quinto grado, González Gaucín le advirtió, apenas había fallecido el tío del menor: Ahora sí te voy a correr, porque no tienes quien te defienda. Tu tío está muerto y tu papá en la cárcel
.
A su niño que cursa primero de primaria y padece un retraso leve, la maestra Catalina Mosqueda Salmerón lo llama loco
. Además, a la mayoría de los estudiantes “les pega, les jala el cabello y les grita: ‘¡tú eres un burro, un animal, no entiendes!’” Es el mismo caso de la auxiliar técnica-pedagógica Rosalía Zaragoza Gutiérrez, quien dice a los niños que prefiere trabajar con animales que con ellos
.
Con un bebé en brazos, Martínez Navarro expresa que durante una manifestación en la escuela, el año pasado, el director de lo contencioso de la SEG, Lázaro Ramírez Téllez, me golpeó cuando todavía estaba embarazada, y no pasó nada
.
Jaquelín Campos Lozano sostiene que en 2006 acudió con el entonces director González Gaucín a solicitar un cambio de turno para sus hijas.
El directivo accedió, pero luego le exigió que correspondiera el favor que me había hecho, que él había recibido a mis niñas porque le gustaba mucho
.
El directivo continuó con el acoso. Un año después sacó a una hija de Jaquelín de su aula y le dijo que no tenía que estar ahí
. La tutora acudió a la escuela para pedir una explicación, y de nueva cuenta el director la hostigó: ¿Qué es lo que hace cuando su esposo no está? ¿Quién es el que le tapa los pies?
González Gaucín le advirtió que si quería que sus niñas estuvieran en el mismo salón, ya sabía cuál era la condición
.
A finales de 2010, cuatro madres agraviadas presentaron una denuncia penal contra quien dirigió dicha escuela de 2006 a octubre del año pasado. En la averiguación previa AP-17-AI-03- 338/2010 se integraron otros testimonios de mujeres que confirman la conducta del acusado.
En la narración de los hechos se constata el mismo patrón de conducta de González Gaucín y de sus superiores para mantener complicidad e impunidad.
A todas las acosadas las llamaba a la dirección. Una vez que estaban en su oficina, les comentaba que les quería decir algo. Entonces esperaba a que dijeran que de qué se trataba, y el directivo arremetía: Me gusta aquellito
y póngase la de Puebla
. A algunas les dijo: Si se trata de dinero, cuánto
.
Las mujeres acudieron con el supervisor, José Luis Rea, a denunciar la conducta del director de la escuela, pero él, a todas, dijo lo mismo. Primero les agradeció que no hubieran hecho público el problema y que hubiera quedado ahí
. Luego les prometió poner remedio
, pues de acuerdo con los testimonios de la citada averiguación, el director siempre aceptó los hechos frente a su supervisor.
En su querella, Dalia Josefina Moreno Domínguez refiere el calvario que padeció desde que acudió a dicha escuela, en 2007, para solicitar un lugar para su hija. Desde el primer momento el director la hostigó, y ante la negativa a sus peticiones su hija comenzó a ser agredida por los profesores.
La docente de educación física Rosa Esther López Martínez tildó a la menor de obesa y retrasada motriz
, y a pesar de ser la número uno de su salón, no la incluyó en la escolta. La maestra vendió a la señora un uniforme roto, que no quiso cambiar. Sin embargo, ésa fue la causa para que a la niña no se le permitiera desfilar y la excusa para que el profesor Fidel Nájera Segoviano le dijera que la iba a reprobar. No conforme con ello, Nájera Segoviano advirtió a los amigos de la pequeña que no se juntaran con ella, porque de lo contrario también los iba a reprobar, según consta en la averiguación citada.
El maestro José del Pilar Ayala Gutiérrez, quien inició las denuncias contra González Gaucín por abuso de autoridad, agresiones a la comunidad escolar y diversas irregularidades en la administración de la escuela, afirmó que en los encuentros con el asesor García Cerrillo le informó sobre el acoso sexual, el maltrato a los niños y la corrupción que impera en el plantel. Sin embargo, éste le ha dicho, entre otras cosas, bájale porque puedo tomar otras medidas
.
El docente, quien fue golpeado la semana pasada cuando pretendía solicitar una audiencia con el gobernador, en el marco de su cuarto informe, fue despedido, pero continúa sus clases afuera de la escuela en la llamada aula de la dignidad
.
De acuerdo con pruebas sicológicas aplicadas a las quejosas, señala la averiguación previa, éstas presentan daño emocional y los niños, expuestos todavía a vejaciones, tienen un trauma sicológico
, enfatizan sus madres. Con desesperación y miedo, las denunciantes temen por su seguridad y hacen responsable de cualquier agresión al gobierno de Juan Manuel Oliva.