Las alzas mensuales a los precios de los combustibles automotrices representan el riesgo latente más importante este año para la inflación en la economía mexicana, afirmó Edgar Camargo, economista para México del Bank of America Merrill Lynch.

En el análisis México: amortiguando el choque del petróleo, el especialista consideró que el riesgo inflacionario que representan los altos precios internacionales del petróleo planteará al gobierno mexicano la disyuntiva de elevar los subsidios a las gasolinas o enfrentar mayor inflación.

Este año el gobierno mexicano deberá lidiar con el viejo dilema entre subsidios más altos o mayor inflación. Históricamente, el gobierno ha elegido absorber una parte del impacto que el alza internacional del petróleo tendría sobre la inflación domestica, implementando subsidios más altos. Ejemplificó con lo ocurrido en 2008, cuando en el punto más alto de la escalada internacional de combustibles el gobierno asumió un subsidio de casi 3.6 pesos por litro.

Recordó que la Ley de Ingresos 2011 proyecta ingresos petroleros para el gobierno (excluyendo a Pemex) por 612 mil millones de pesos. También se considera una baja de 9 mil 600 millones en los ingresos fiscales por el subsidio a la gasolina, si se mantiene el ritmo del actual aumento mensual a los precios del combustible, con un promedio de 65.4 dólares por barril para la mezcla mexicana del crudo.