Ex empleada exige a creador de American Apparel 260 mdd
Martes 15 de marzo de 2011, p. a10
Los Ángeles. Convenció al mundo de que el espándex luminoso y los jeans estrechos podían representar piezas aceptables en un guardarropa. Pero tras bambalinas, Dov Charney, fundador de la cadena de tiendas de moda American Apparel, adoptó un enfoque igual de heterodoxo hacia la ética laboral, según la más reciente demanda de acoso sexual que ha llegado a su buzón.
El empresario de 42 años es demandado por una ex empleada que afirma haber sido obligada a ejecutar un exótico conjunto de actos sexuales para él, en un periodo que duró ocho meses.
Irene Morales, de 20 años, que fue gerente de una tienda de la cadena, exige 260 millones de dólares por reparación de daños: más de tres veces la capitalización de mercado de toda la compañía, que en años recientes ha visto derrumbarse el valor de sus acciones y ha coqueteado con la bancarrota, luego que su ropa brillante y despreocupada pasó de moda.
En la demanda, presentada el martes en Brooklyn, se afirma que Morales entró a la firma en 2007, a la edad de 17 años. Sostiene que pronto captó la atención de Charney, fue promovida con rapidez a gerente de tienda, y en abril de 2008, poco después de cumplir 18 años, él la invitó a visitarlo en su casa de Manhattan.
Allí, Charney la recibió vestido sólo en ropa interior y apenas cruzando la puerta la obligó a ponerse de rodillas y hacerle fellatio
. Luego la arrastró
a la recámara para más de lo mismo, “casi sofocándola en el proceso.
Después, para todos los efectos y propósitos, ella estuvo cautiva en su departamento durante varias horas y fue obligada a realizar más actos sexuales
, se afirma en la demanda, y se añade que él le prometió hacerla avanzar en su carrera si se sometía.
Se argumenta que el abuso sexual continuó durante los ocho meses siguientes. Entre otras presuntas transgresiones, se dice que Charney enviaba a su empleada fotografías, mensajes de correo electrónico y de texto de contenido explícito. En algún momento ella recuerda que recibió de regalo un juguete sexual tipo consolador grande
.
Más adelante en ese verano, Morales fue inducida
a visitar la casa de Charney, cerca de las oficinas de la empresa en Los Ángeles, donde fue sujeta a abuso y tormento sexual extremado
. Renunció tiempo después en ese año, y asegura estar todavía emocionalmente traumatizada por la experiencia
.
Abordado por los reporteros, Charney se negó a hacer comentarios y refirió las preguntas a los abogados de la firma. En una declaración, éstos señalaron que Morales dejó la compañía sin quejas y renunció con una carta en la que agradecía la positiva experiencia
.
La declaración no confirmó ni negó la existencia de una relación sexual entre Morales y Charney, quien ha aparecido con frecuencia en tabloides y ha enfrentado al menos tres demandas de acoso sexual de empleadas descontentas.
En entrevistas, Charney ha alardeado con frecuencia de sus aventuras sexuales con subordinadas, y ha relatado cómo paga a modelos para que participen en concursos de playeras húmedas en su oficina. Una vez amenizó una entrevista con Claudine Ko, reportera de la revista Jane, desabrochándose el cinturón y acariciándose la entrepierna.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya