El deterioro del espacio urbano es la raíz de la violencia de una ciudad. Cuanto más caótico es un barrio, más violento será, considera Angelo Oswaldo de Araújo Santos, alcalde de Ouro Preto, Brasil, quien en días pasados firmó en Puebla el acta de fundación de la Red de Ciudades Barrocas de América Latina, que vinculará a Antigua, Guatemala; Ouro Preto, Brasil; Quito, Ecuador; Cuzco, Perú, así como Guanajuato, Morelia, Querétaro, Zacatecas, Oaxaca, ciudad de México y Puebla. Ostentar la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad es requisito para formar parte de la red.

Para el también escritor, periodista, abogado y gestor público, por medio de la organización, la disciplina y el urbanismo se puede combatir la delincuencia, la violencia y buscar una nueva dimensión para la vida de los habitantes de colonias y barrios. Señala que las ciudades del mundo crecieron mal en las tres últimas décadas del siglo XX, debido al éxodo rural que causó que las urbes se expandieran de modo caótico, con la creación de periferias deformes y violentas.

Ejemplifica con su país, donde hay necesidad de organización, de disciplina aunque “hay leyes federales, estatales y municipales que buscan una solución para el reto urbano. Cuando vamos a los archivos municipales encontramos muchas leyes que buscaban armonizar el espacio de la ciudad con la vida citadina. Ahora, es preciso retomar todo eso.

Marcadas por el barroco

Cuando las ciudades tienen la marca de un arte tan expresivo como el barroco, las primeras de Iberoamérica, pueden ser un ejemplo de trabajo con los temas del urbanismo y la urbanidad de la cultura como instrumento de desarrollo de la vida social y económica, porque las urbes pueden ser más bellas, bien tratadas, cuidadas, limpias. En el plano social también, porque las personas construirán juntas calidad de vida. En cuanto a la dimensión económica, las ciudades barrocas son estancias turísticas: si protegemos el patrimonio, la respuesta económica viene por el turismo, que va a crear empleos e incentivar la continuidad de este proceso.

La Red de Ciudades Barrocas de América Latina fue promovida por Puebla y la alcaldesa saliente Blanca Alcalá, quien al dejar su cargo en la presidencia de la misma recaerá en el nuevo munícipe de la capital poblana. Entre los primeros pasos a tomar está la creación de un portal en Internet para intercambiar noticias, experiencias, trabajos que se pueden desarrollar en cada ciudad, para tener una convergencia de acciones de las municipalidades involucradas.

De Araújo Santos señala que las características del barroco indican que este periodo en Iberoamérica no era sólo un estilo de arte, manifestado en la arquitectura, la ornamentación, en los objetos creados, sino también un estilo de vivir. Había una vida barroca que sostenía todas estas expresiones. Es muy interesante que se pueda rescatar un legado riquísimo, una herencia magnífica del barroco en la música, la literatura y las artes en general.

Un segundo encuentro de la red está planteado para el 28 de enero de 2012, en Ouro Preto, Brasil, informa el entrevistado, quien es segundo vicepresidente del consejo; el tercero se hará en Cuzco, Perú, en 2013. De acuerdo con el entrevistado, el primer movimiento para integrar la red fue la gran instalación que recreó ángeles y santos encontrados en la Catedral de la ciudad de México, que la pintora Carmen Parra hizo en 2005 en el centro de convenciones.

Alcalde de Ouro Preto en tres ocasiones, De Araújo Santos dijo que ésta fue la primera ciudad brasileña en ser inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); hoy día suman nueve. En la actualidad, las autoridades de Ouro Preto trabajan con el arquitecto mexicano Gustavo Avilés, quien diseñó la iluminación para la catedral de Puebla y la de la ciudad de San Luis Potosí, para que asimismo lo haga para las iglesias barrocas de la ciudad brasileña. Esta tarea, que se hace por primera vezzen Brasil, también les dará acceso a la red internacional de ciudades luz de la UNESCO. El entrevistado anota que una ciudad barroca debe tener una iluminación especial.