Al Uqaila, 12 de marzo. Continúan los combates entre la fuerza del gobierno y opositores. La cadena árabe Al Arabiya informó que las tropas de Muammar Kadafi recuperaron el control de la norteña ciudad de Ras Lanuf. Seif Kadafi aseguró que 90 por ciento del país ha vuelto a quedar bajo dominio oficial, por lo que pronto todo habrá terminado.

Las fuerzas de Muammar Kadafi bombardearon nuevamente el sábado posiciones de la insurrección libia y siguieron avanzando hacia el este, a lo largo de la costa, haciendo retroceder a los rebeldes.

La aviación de Kadafi lanzó dos ataques contra un puesto de control de los rebeldes en Al Uqaila, en la línea del frente, a decenas de kilómetros del puerto petrolífero de Ras Lanuf, de donde los insurrectos fueron expulsados el viernes, reportó Al Arabiya.

Las fuerzas del líder libio festejaron la reconquista de Ras Lanuf, sitio clave que podría proveer combustible para los tanques y carros armados del régimen, y de Ben Jawad, a una decena de kilómetros al oeste, donde periodistas de la agencia Afp constataron los daños causados por los combates.

Después de los ataques, los aviones de Kadafi siguieron sobrevolando la zona, mientras decenas de vehículos cargados de rebeldes se replegaban de Al Uqaila hacia Brega, 40 kilómetros más hacia el este.

Esta mañana estábamos a 30 kilómetros de aquí, pero tuvimos que replegarnos debido al bombardeo, comentó un insurgente. Si Dios quiere vamos a tratar de contratacar, agregó.

En el repliegue hacia el este los rebeldes se acercan hacia Ajadabiya, en el camino a Bengasi, bastión de la insurrección, cerca de donde un camarógrafo de la cadena qatarí Al Jazeera murió el sábado en una emboscada.

En el oeste, Zawiya, el bastión rebelde más cercano a Trípoli, cayó en manos del régimen, que festejó su victoria después de doblegar a la resistencia.

La cifra de muertos en Zawiya se desconoce, pero gran parte de la ciudad ha quedado destrozada, con boquetes en edificios de la plaza principal causados por disparos de tanques y cohetes.

Los insurgentes siguen controlando Misrata, tercera mayor urbe de Libia, con 300 mil habitantes y ubicada a 150 kilómetros al este de Trípoli, así como varias ciudades del noroeste, en la región montañosa de Jabal Al Gharbi.

Estamos preparados para una masacre. Sabemos que ocurrirá y que Misrata será como Zawiya, pero creemos en Alá. No tenemos la capacidad para luchar contra Kadafi y sus fuerzas. Ellos tienen tanques y armas pesadas, y nosotros fe y confianza en Alá, expresó Mohammad Ahmed, un combatiente.

El repliegue, temporal

No obstante, en Bengasi, el Consejo Nacional insistió en que el repliegue en Ras Lanuf es meramente temporal. El general Abdel Fattah Younis señaló que habrá una contraofensiva contra las fuerzas de Kadafi.

Los rebeldes libios han pedido a los países extranjeros que impongan una zona de exclusión aérea para detener los ataques sobre las ciudades, aunque insisten en que no quieren una intervención militar en el terreno.

Los combatientes, aquí y en el pueblo de Misrata, informan a la comunidad internacional responsable de la caída de Zawiya y que todas las muertes que ocurrieron son responsabilida de Kadafi, pero ésta es cómplice en el delito, sostuvo Ahmed.

No se preocupan por nosotros. Todo lo que les interesa es el petróleo y parece que están esperando a ver quién va a ganar para negociar con ellos, ya sea Kadafi o nosotros. Todo lo que han dicho es que están evaluando la situación. ¿Por qué tardan tanto?, agregó.

En tanto, Seif Islam, hijo de Kadafi, aseguró a la prensa italiana que 90 por ciento del país ha vuelto a estar bajo nuestro control y pronto todo habrá terminado. Prometió “una guerra hasta el fin.

Esos terroristas no hablan de democracia, de elecciones, de valores. Son, simplemente, terroristas. Han matado a nuestros policías a sangre fría ¿Han visto las imágenes en la televisión? Esos criminales arrancaron el corazón a los cadáveres, acusó.

Este sábado llegó a Trípoli Rachid Khalikov, coordinador humanitario de Naciones Unidas, para reunirse con altos funcionarios del gobierno, con el fin de tratar el tema del acceso de los libios a la ayuda humanitaria, revelaron fuentes de la ONU.