Bruselas, 11 de marzo. La Unión Europea (UE) logró hoy un acuerdo para reconocer al Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia como interlocutor político legítimo, pero dejó en suspenso un pacto de intervención militar en el país norafricano debido, principalmente, al rechazo de Alemania, Suecia y Lituania.

El consenso europeo sobre el rompimiento político con el gobierno de Libia fue correspondido desde Washington por el presidente Barack Obama, quien dijo que la comunidad internacional está cerrando poco a poco el cerco sobre (Muammar) Kadafi, a consecuencia de las sanciones impuestas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) hace dos semanas, que incluyen la congelación de los activos financieros del régimen en el extranjero y el embargo de armas a Trípoli.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy –relativamente al margen de las crisis de Túnez y Egipto, en enero y febrero pasados–, fue secundado por la UE un día después de que París tomó la iniciativa sobre el reconocimiento al CNT, el organismo compuesto por 31 representantes de la oposición libia, entre quienes destacan Mustafá Abdul Jalil Fudail y Alí Esawi.

La decisión de Francia causó decepción por haberse anticipado a la acción coordinada de los 27 miembros de la UE, no obstante que el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, se unió desde el jueves pasado a Sarkzoy en la idea de reconocer al CNT, cuya sede de operaciones es el puerto de Bengasi.

Washington y la UE también manifestaron por separado coincidencias en la búsqueda de un consenso internacional más amplio contra Kadafi, con la participación de la Unión Africana y la Liga Árabe, de cara a una intervención militar en Libia.

El mandatario estadunidense –en medio de informaciones sobre el retroceso de los opositores en la región noreste, su bastión histórico– dijo estar preocupado por la incapacidad de los insurrectos para resistir los embates del ejército oficial libio y atribuyó la fuerza de Kadafi a su arsenal, a las tropas leales y a mercenarios.

El mundo, agregó Obama, debe cambiar el balance militar en el país del Magreb.

Por ahora, la mayor oposición a las operaciones militares proviene de Alemania y Suecia. Sobre las peticiones de una zona de exclusión aérea he dicho siempre que no veo la necesidad desde el punto de vista militar. He dejado claro mi escepticismo sobre ello, dijo en Bruselas la canciller federal Angela Merkel.

Creo que la UE tiene otro papel que desempeñar: dialogar para apoyar la democracia y el desarrollo, manifestó a su vez el primer ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt. No creo que la Unión Europea pueda hablar de acciones militares, eso es competencia de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), expresó de su lado la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite.

En contraste, el más entusiasta en este tema es Sarkozy. En el contexto de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que abordó en Bruselas la crisis libia, dijo haber expresado nuestra disponibilidad para ataques selectivos.

Las acciones serían puramente defensivas, sólo si el señor Kadafi usa armas químicas o ataca a personas que se manifiestan pacíficamente, y a condición de que la ONU, la Liga Árabe y el CNT lo quieran, matizó el francés.

A pesar del acuerdo de reconocimiento al CNT, algunos dirigentes europeos expresaron sus dudas sobre la petición al coronel Kadafi para que se vaya de Libia sin demora, de acuerdo con lo dicho por el presidente comunitario, Herman van Rompuy.

El más claro al respecto fue el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, quien dijo, según los medios, que si bien Kadafi ya no es un interlocutor, tampoco puede dejar el poder puesto que hay una orden de Naciones Unidas para que lo enjuicie la Corte Penal Internacional. Un exilio es, por lo tanto, imposible, apuntó.