Recoge crónicas de Manuel Altamira, Pascual Salanueva y Rafael Croda
Miércoles 9 de marzo de 2011, p. 51
El Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) presentó el libro 25 aniversario, que reúne crónicas de sucesos y hechos policiacos publicados en el inicio del diario, elaborados por los periodistas Manuel Altamira, Pascual Salanueva y Rafael Croda.
Al acto, realizado en el salón de usos múltiples del edificio de La Jornada, asistieron Pascual Salanueva, actualmente radicado en Cancún, e hijos y viuda de Manuel Altamira, quien falleció en el sismo del 19 de septiembre de 1985, siendo reportero del diario. Rafael Croda, quien trabaja actualmente en Santiago de Chile, envió un texto en el que destaca el trabajo de los dos primeros. Ese periodismo que documenta realidades desde el relato de la pobreza, desde las historias y los rostros de la injusticia, desde la mirada comprometida del cronista-reportero.
En la presentación, a la que acudieron también algunos ex secretarios generales del Sitrajor y la comunidad en general, la actual secretaria general del sindicato, Judith Calderón, dijo que este libro, que por diferentes motivos se fue posponiendo durante los últimos años, es una oportunidad de rescatar trabajos periodísticos cuya trascendencia suele no percibirse en el momento inmediato. Pero hoy –añadió– está el reto de editar otro libro donde se refleje cómo se hace actualmente el periodismo, desde la visión de los reporteros, reporteros gráficos y caricaturistas, que enfrentan una realidad distinta.
Pascual Salanueva hizo referencia al estreno y retiro de las pantallas cinematográficas del documental Presunto culpable, donde se filma el juicio de una persona inocente que tiene la desgracia de ser detenida por la policía. “Pues bien, desde hace 26 años, los reporteros policiacos de La Jornada ya hacíamos ese tipo de denuncias, pues antes, como ahora, la policía mexicana continuaba sin aprender a investigar, así que no tenía más opción que dedicarse de tiempo completo a la fabricación de culpables.”
Margarita García, viuda de Manuel Altamira y radicada en Monterrey, agradeció que pese al paso del tiempo se recuerde con tanto cariño a Manuel, y que se rescaten sus trabajos, pues para él el periodismo era muy importante. Él (Manuel) no estudió eso, pero el periodismo lo traía en la sangre
, dijo su viuda, quien recordó que sus hijos Claudia, Ignacio y Carlos Vladimir –quienes también asistieron al acto– tenían 10, ocho y dos años, respectivamente, cuando su padre murió en los sismos de 1985.
Jaime Avilés, quien prologó el libro, se refirió a los 25 años de la vida del Sitrajor, pero señaló que lo importantes es tratar de transmitir un mensaje de aliento y optimismo, pese a la situación terrible que vive el país, ahora con el Ejército patrullando las calles de las ciudades. Esto, señaló, es un hecho inconstitucional que debe ser reclamado; hay que rechazar enérgicamente la militarización. Aun así, en medio de esta situación, expresó su deseo y optimismo de que grandes cosas están por venir.
En el prólogo del libro, el cual también estará a la venta en el sindicato, Avilés señala que con esta publicación el Sitrajor quiere rescatar el legado de tres compañeros entrañables, tres reporteros de a pie, tres cronistas de verdad, que en aquellos años iniciales de nuestro diario hicieron suyos los preceptos del nuevo periodismo mexicano y los tradujeron en obras con sello propio, que ahí quedan, para que de ellas aprendan quienes deseen beneficiarse de su legado
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