Un viaje interior en la vida y obra de Vicente Rojo ofrece el libro Puntos suspensivos, escenas de un autorretrato, que fue presentado ayer en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, cuya versión 32 será clausurada hoy.

Coeditado por El Colegio Nacional y Ediciones Era, el volumen es una síntesis amplia de lo que el reconocido pintor, escultor y grabador ha realizado en diferentes técnicas a lo largo de poco más de medio siglo, plasmada en 429 imágenes.

De igual manera, las 432 páginas de este material incluyen un ensayo autobiográfico en el que el lector puede adentrarse en los recuerdos del artista, encontrarse con que el vacío y el misterio han sido su asidero y conocer el origen de sus obsesiones creativas, influencias y figuras tutelares.

Durante la presentación, en la cual participaron las periodistas Silvia Cherem, Angélica Abelleyra y Adriana Malvido, se consideró a este libro como el pago de una deuda que tenía pendiente Vicente Rojo.

Lo anterior, porque en este volumen el artista no sólo deja al descubierto varios aspectos de su obra y los orígenes y motivos de la misma, sino que se atreve a desempolvar su memoria y escribir sobre aquello que perturbó sus sueños.

La de la escritura, según se dijo, es una actividad relativamente reciente en la dinámica cotidiana del creador, quien en la soledad de su estudio, al lado de sus telas y demás materiales de trabajo, así como de la música, cuenta desde hace tres años con la compañía de una pluma.

Sobre esta faceta, el propio Rojo comentó en una entrevista publicada en este diario el pasado 2 de febrero: “Soy muy respetuoso con la escritura y las palabras. Crear una frase me produce gran emoción, pero nunca sé si es la frase justa, o tengo tres o cuatro frases para decir lo mismo y no sé cuál escoger.

“Aquí tuve que elegir una y es la que quedó. Esa es mi relación con la escritura, por eso mi serie más reciente se llama Escrituras, pensando que a lo mejor pictóricamente pudiera tener un desarrollo mayor que en lo literario.”

La presentación de Puntos suspensivos, escenas de un autoretrato tuvo lugar en la Biblioteca del Palacio de Minería; en el público se encontraban varios personajes del medio cultural mexicano, entre ellos los escritores Bárbara Jacobs, Margo Glantz y Sergio Pitol, así como el arquitecto y escultor Fernando González Gortázar.

De acuerdo con las presentadoras, este volumen no sólo es un medio para adentrarse al alfabeto de Vicente Rojo, sino que al mismo tiempo representa un viaje para los ojos y el corazón.