Técnicos académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lamentaron que las autoridades aún no den respuesta a su petición de modificar la adenda de la convocatoria del Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo (Pride) 2011, a la que calificaron de inequitativa.

Recordaron que desde el pasado 18 de febrero técnicos académicos de varias escuelas, facultades e institutos de la casa de estudios han enviado documentos con docenas de firmas en la que piden la anulación del punto quinto transitorio que asienta que para obtener los estímulos los técnicos deben ser evaluados por sus jefes inmediatos o directores de la entidad en la que laboran, lo cual no se exige en el caso de profesores e investigadores.

Pidieron igualdad en los criterios de evaluación con los de profesores e investigadores, pues los técnicos académicos –afirmaron– representan 40 por ciento del personal docente de la UNAM. Advirtieron que de no recibir una respuesta acudirán a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para denunciar actos discriminatorios.

Durante una asamblea realizada ayer, los técnicos académicos conformaron una comisión con la finalidad de entablar un diálogo directo con la rectoría. Redactaron otro documento que se envió al rector de la institución, José Narro Robles, y a otros funcionarios universitarios, donde demandan la apertura de un espacio de diálogo entre sus representantes y los de las autoridades con capacidad de decisión, para discutir este punto.

Demandaron igualar el procedimiento de evaluación en la convocatoria Pride para profesores, investigadores y técnicos académicos de tiempo completo, en razón de que no es equitativo para estos últimos al requerirse la intervención de actores adicionales (directores) a los que se establecen para las otras figuras académicas.

El documento enviado ayer a rectoría agrega la petición de este sector de que los técnicos académicos que cumplan con los requisitos de nombramiento, carrera y trayectoria académica, sean incorporados a las comisiones evaluadoras –que califican los requerimientos para el Pride–, a fin de dar cumplimiento cabal al principio de evaluación por pares contemplado en la convocatoria.

Confiaron en que Narro Robles dé pronta respuesta a sus inquietudes, debido a que en mayo se realizará la evaluación de 50 por ciento de la planta académica de tiempo completo de la UNAM.

Como universitarios y ciudadanos nos identificamos con sus señalamientos (del rector) en torno a los problemas nacionales que merecen una atención inmediata, entre ellos el de la desigualdad, cuya erradicación es esencial para que nuestro país camine hacia un estatus de justicia que hoy nos hace falta, señalaron en la carta.

Añadieron que por ello “resulta inaplazable que la Universidad resuelva uno de los problemas históricos que aqueja al sector de técnicos académicos –que quedó nuevamente en evidencia con la convocatoria del Pride 2011–, la desigualdad e inequidad en el proceso de evaluación”.