Berlín, 4 de marzo. El joven kosovar acusado de matar el miércoles a dos soldados estadunidenses y herir a otros dos en el aeropuerto internacional de Fráncfort –al oeste de Alemania– actuó por cuenta propia para vengarse de la intervención militar estadunidense en Afganistán, declaró el viernes el fiscal alemán Rainer Griesbaum.

De acuerdo con los primeros elementos de la investigación, se trata del acto de un sólo individuo motivado por el islamismo. Hasta el momento no hay indicios sobre una eventual pertenencia a grupos terroristas, señaló en referencia a Arid Uka, de 21 años, originario de Serbia-Montenegro y residente en Alemania desde 1991, quien fue detenido el mismo día del ataque, cuando pretendía huir.

Si estos indicios se confirman, se trataría de una agresión de origen personal, y se habría ejecutado fuera de las estructuras jihadistas internacionales, puntualizó el funcionario, quien dirige la sección Terrorismo de la fiscalía, en conferencia de prensa transmitida por televisión.

Los medios alemanes habían informado que el hombre podría formar parte de una célula terrorista, elevando los temores de más ataques sobre objetivos estadunidenses en Alemania. Las fuerzas armadas de Estados Unidos tienen varias bases en la región de Fráncfort, utilizadas especialmente para la logística de las operaciones en Afganistán e Irak.

El joven, encarcelado preventivamente tras ser acusado de dos asesinatos y tres intentos de homicidio, explicó haberlos cometido tras escuchar una conversación entre soldados estadunidenses que se jactaban de actos sangrientos en Afganistán, afirmó el fiscal. Durante el interrogatorio también dijo que sus actos fueron motivados por un video en You Tube que vio el día anterior al de los hechos, precisó Griesbaum.

El video mostraría a soldados estadunidenses saqueando la casa de unos musulmanes y violando a la hija de la familia. No pudo sacarse las imágenes de la cabeza y quiso evitar que los militares fueran a Afganistán e hicieran cosas como éstas, agregó.

El miércoles pasado, Arid Uka disparó en el aeropuerto de esta ciudad contra varios soldados estadunidense que llegaban de Gran Bretaña y se dirigían en autobús a la base aérea de Ramstein, a 140 kilómetros de allí.

Tras verificar que los militares iban a Afganistán, disparó a quemarropa en la cabeza y la espalda a uno de ellos, que murió en el acto. Luego subió al autobús, donde, según los investigadores, habría matado al conductor y disparado contra dos soldados más, hiriéndolos de gravedad. Otro militar se salvó porque la bala se quedó trancada en la pistola.

En tanto, la canciller Angela Merkel y otros miembros del gobierno alemán intentaban apagar una polémica creada por el nuevo ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, quien se estrenó en el cargo con una controvertida frase sobre el Islam.

Los musulmanes que viven en suelo alemán forman parte del país, pero que el Islam forme parte de Alemania es algo que la historia no prueba de ningún modo, señaló Friedrich.

El ministro volvió a desatar una ola de reacciones en el gobierno y la oposición, ya que otros líderes, como el propio presidente Christian Wulff, han considerado que el Islam forma parte de Alemania, en un debate sobre la integración de los inmigrantes musulmanes.