La capital de Durango vivió este jueves el cuarto día consecutivo de violencia, incluida una balacera frente a una escuela primaria a la hora de la entrada a clases, la cual provocó que los profesores cerraran las puertas del plantel y luego los padres de familia recogieran a sus hijos en un ambiente de pánico.

Casi a las ocho de la mañana, una persona armada gritó a los padres de familia que llevaban a sus hijos a la primaria Elena Aguilar Medina, ubicada en la calle Guadalupe, que entraran al colegio y cerraran las puertas o se tiraran al piso. Segundos después se escucharon disparos por más de 10 minutos.

Algunos obedecieron. Otros, que ya habían dejado a sus niños, intentaron regresar por ellos, pero ya no pudieron porque había comenzado la balacera y el colegio cerró. Media hora después un militar informó a los maestros que podían entregar a los alumnos, pero por una puerta trasera. Algunos menores salieron de la escuela llorando.

El origen del tiroteo fue que dos grupos se enfrentaron en una casa ubicada frente a la puerta principal de la escuela, y al llegar agentes de la Dirección de Investigaciones de Delitos, los pistoleros les dispararon mientras huían en sus vehículos por la calle trasera de la vivienda, donde más tarde fueron encontradas armas, cartuchos y uniformes tipo militar y de la Policía Federal.

Zozobra en Juárez

En Ciudad Juárez, Chihuahua, profesores y alumnos de la escuela primaria Félix Zandman informaron que el miércoles localizaron una manta en un salón de clases en la que un grupo criminal amenaza al director para que pague una cuota. Le advirtieron que si no lo hace atentarán contra los alumnos. De 800 inscritos, este jueves sólo asistieron 200, cuyos padres estuvieron pendientes y se quejaron de que no hubiera rondines policiacos a pesar de que lo solicitaron.

En Culiacán, unos 300 alumnos de la Universidad Autónoma de Sinaloa marcharon en demanda de que las autoridades esclarezcan el levantón de su compañero Edmundo Rey Vega Ramos, ocurrido el 22 de febrero pasado.

Eduardo Javier de la Garza, presidente municipal de Cadereyta, Nuevo León, pidió a los habitantes no salir por las noches, después de informar que pistoleros dispararon contra la alcaldía la tarde de este jueves.

En Veracruz, Sergio López Esquer, secretario de Seguridad Pública estatal, informó que policías de la entidad se trasladaron a municipios limítrofes con Tamaulipas para coadyuvar en la vigilancia ante el ingreso de bandas del crimen organizado desde la entidad vecina.

Dos empleados de Petróleos Mexicanos fueron asesinados por presuntos sicarios del narcotráfico, y sus cuerpos arrojados cerca del campo de gas natural de Arcos, en la región de Burgos, en Tamaulipas y Nuevo León, dijeron fuentes de la industria y autoridades.

De acuerdo con un despacho de la agencia Reuters fechado en la ciudad de México, los restos fueron localizados el lunes. Presuntos pistoleros de Los Zetas actúan en la cuenca de Burgos, donde exigen derecho de piso a cambio de dejar trabajar a la empresa paraestatal, señala citando a una fuente oficial.

En otras acciones atribuibles al narcotráfico fueron asesinadas o halladas muertas 29 personas: cinco de ellas atadas y amordazadas en una casa donde fueron detenidos Samuel Upalia Medina, líder zeta, y siete cómplices en Ciudad del Carmen, Campeche.

También fueron ultimados el policía Fidel Chávez Monge, de Ahome, Sinaloa; ocho personas más en Chihuahua, cinco en Baja California, cuatro en Nuevo León, dos en Morelos, dos más en Guerrero, una en Michoacán y una en Durango.

La tarde de ayer una granada de fragmentación fue lanzada a la sede de la policía investigadora de la Fiscalía de Justicia de Coahuila, con sede en Torreón, donde se encuentra el grupo especial antisecuestros. No hubo pérdidas humanas.

En la colonia San Esteban, de Mérida, Yucatán, los ocupantes de un vehículo arrojaron una granada de fragmentación, pero no explotó.

Policías estatales resguardaron la zona, mientras soldados trasladaron la granada con el fin de desactivarla.